Participantes: Ángel, Manolo, Paco Hernando, Manuel de Rincón, Ricardo, Antonio Usieto, Antonio Jiménez, Lily, Victoria, Luis y Jesús
Distancia recorrida: 10 km.
Desnivel acumulado: 425 m
Los primeros miércoles de mes son
especiales. Se busca una ruta más bien cortita y terminamos comiendo en
restaurante. Como señores.
Hoy hemos fichado a Ángel para
una rutita de esas características cerca de Istán con comida en el pueblo.
Salimos del aparcamiento encima
de la fuente del pueblo, hacia las Majadillas, pero antes de llegar al
polideportivo hemos tomado a la izquierda la senda de una de las tres acequias
que, por la parte izquierda de arroyo Molinos, salen del nacimiento de Arroyo
Molinos hacia Istán. El Ayuntamiento ha recuperado las sendas que iban por esas
acequias y ahora sirven de esparcimiento para la gente del pueblo y algunos
foráneos.
Al ir la senda sobre la acequia,
va llana, atravesando un bosque de quejigos y alcornoques, principalmente, que
colonizan toda la empinadísima ladera izquierda del Molinos. El precioso
bosque, la humedad que emana de esa umbría y las explicaciones de Ángel han
hecho una delicia de este primer tramo del recorrido.
Por la loma del Pecho del
Nacimiento hemos subido al puerto de Maíz Sánchez siguiendo el carril al pie de
la loma y cancho de La Viña. Conforme ascendíamos íbamos tomando perspectiva de
las huertas sobre el río Verde a la vez que Ángel iba comentando las
propiedades curativas de algunas plantas. Pasamos por el puerto de la Viña, la
fuente del Tajarillo y en el puerto del Tajarillo hemos hecho una paradita para
contemplar el blanquísimo Istán refulgiendo al sol.
Después de disfrutar de las
preciosas vistas del pie de la sierra hemos bajado hacia el río, a puerto
Rodríguez y luego por el carril de la vega del Colmenar hasta puerto
Barrancones, donde hemos puesto rumbo al pueblo. Hemos admirado las dos
penínsulas que forma el río Verde, la de Puerto Cortado y la de la Gallega, con
las vegas aledañas.
Por el puertecillo de las
Herrizas de la Gallega hemos entrado en el valle del arroyo Luis, por lo alto
del Hoyón. Ángel nos ha metido por una acequia antigua para salir debajo del
Peñón del pueblo y por una cuesta muy pendiente hemos entrado en las calles de
Istán. Paseo por el pueblo terminando en la fuente y lavadero.
Seguidamente al restaurante El
Troyano en la plaza al lado de la iglesia. Lo regenta un francés asentado en
Istán, pero hoy tenía una celebración con mariscada y a ellos ha dedicado su
tiempo y atención. A nosotros nos ha atendido una camarera muy amable.
Croquetas, ensaladas, queso y berenjenas para compartir y luego un plato
principal: conejo, pierna de cordero, salmón y olla de pescador. De postres
tarta de queso, de manzana y brownie de chocolate. Vino Care de Cariñena, rico
a un precio muy razonable. Es el vino de la casa. El francés nos ha obsequiado
con una botella magnum de Care. Entiende el negocio.
Después de comer hemos ido a la
casa-museo de Ángel en el Garapalar. Quien no la conocía se ha asombrado de la
cantidad de manualidades que Ángel atesora allí, sobre todo tallas de madera.
Nos ha permitido escoger una talla a cada uno como regalo, así que hemos salido
contentísimos.
Día sereno, sin viento, fresco a
primera hora y muy agradable después, con un recorrido precioso, verde de
bosque y de huertas, aderezado con las explicaciones de Ángel. Para repetir en
cualquier momento.
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