domingo, 12 de junio de 2022

SIERRA DE ARACENA DEL 9 AL 13 DE MAYO DE 2022

                                                   DIA 9 VIAJE Y VISITA A AROCHE

Preparación

Pasear a 17 personas por los pueblecillos de la Sierra de Aracena tiene su dificultad, principalmente porque no podíamos dejarnos caer 17, a mediodía, en los barecillos de la zona. Por eso reservamos de antemano los almuerzos e incluso los aperitivos para picar al llegar a cada uno de ellos.

Por otra parte, Usieto, con su saber hacer hostelero, se encargó del hotel con desayuno. Los Veneros fue el lugar elegido donde estuvimos muy tranquilos y muy bien acomodados.

Salimos a la hora estipulada, Manolo desde Nerja, a las 8 con Montse, Fini y Antonio, recoge a Paco Ruiz en Vélez para llevarlo a la gasolinera de la presa del Limonero para que se pase al coche de Paco y Pili. A las 8,20 Fali, desde Caleta, recogiendo a Lily y Antonio de Fornes; Jesús, a las 8,20, desde Torre del mar, con María Jesús, Remedios y Usieto. A las 8,30, desde Rincón, Manuel con Esther y Lucía. A las 8,50, desde Málaga Pili y Paco que recogen a Paco R en el Limonero.

Paramos primero en el bar-restaurante Nueva Andalucía 2, en Posadas, sobre las 10,30. Y a esa hora, como un reloj, llegamos todos. Estiramos las piernas, tomamos café o refrescos, y otra vez a la carretera.

La nueva parada era el bar Venecia en Galaroza. La hora del café había pasado, era la del aperitivo, con cervezas, vermuts y vinos acompañadas de unos platitos de jamón que nos supieron a gloria. Todo a muy buen precio. Empezaba bien el paseo por la sierra de Aracena.

Comida en Casa Palacio Conde del Álamo

La casa-palacio Conde del Álamo en Aroche, donde teníamos reservado el almuerzo, nos sorprendió: un hermoso palacio de ladrillo, muy bien y recientemente restaurado. En las comidas lo principal son los platos, cómo no, pero si el entorno acompaña mucho mejor.

En Aroche tuvimos visita guiada. Visitamos la sorprendente iglesia, junto a la casa-palacio. Al entrar unas enormes columnas reciben a los visitantes dejándoles atónitos por sus enormes dimensiones. Allí se planeó una catedral, no una iglesia de pueblo. La iglesia se quedó inconclusa en los laterales y por los pies.

Iglesia de Aroche



Castillo y plaza de toros

De la iglesia al castillo, con su plaza de toros incluida, y unas preciosas vistas a los alrededores de Aroche. Después cruzamos el pueblo para ir al Museo Arqueológico instalado en el convento de la Cilla. Es pequeñito y merece la pena pasearlo. Luego, con los coches, a la ciudad romana Aruci/Turobriga situada en el llano debajo de Aroche. Poco queda de la ciudad, sólo los muros dejados tras la excavación señalando calles y las distintas dependencias de las casas. 




Aroche desde el castillo


Museo del Rosario
Museo Arqueológico

Junto a las ruinas romanas está la ermita de San Mamés de final del XIII-principio del XIV muy curiosa. Por su emplazamiento aprovechó la base de una basílica romana donde se impartía justicia. Al tener tan cerca los restos de Turobriga se aprovecharon columnas y sillares. En el XV se decoró con impresionantes frescos que representan la Santa Cena, la Anunciación, y otras. 

Ermita de San Mamés
Frescos del siglo XV



Ciudad Romana de Arucci/Turobriga

Ermita de San Mamés al lado de las ruinas romanas


De Aroche a Los Veneros, a tomar posesión de las habitaciones y del hotel. Javier, el gerente y dueño parcial, era amigo de Usieto, tuvimos pues buen recibimiento. El hotel está en medio del campo, con unas muy bonitas vistas.


DIA 10 RUTA DE LINARES DE LA SIERRA A ARACENA

Primer desayuno. A las 8. Desayuno en plan self-service. A las 8,45 salida hacia Linares. En el desvío de entrada a Linares nos quedamos los de a pie y los conductores, con sus coches, marcharon a Aracena para dejar allí 4 coches y volver con el quinto a Linares. Mientras iban y venían, la infantería nos dedicamos a visitar Linares.

El pueblecillo es una delicia, con sus casitas blancas, sus calles empedradas, y sus “llanos”, figuras de piedra en el suelo de la calle frente a las puertas. 


Recorrido por Linares de la Sierra





Plaza de toros

Reunidos conductores e infantería partimos por el sendero de Aracena.

Las sendas ancestrales de comunicación entre pueblos, aldeas y cortijadas se han mantenido y ahora, con el llamado turismo de naturaleza, se han resucitado.

La senda va siempre entre árboles, casi todos alcornoques, de mayor o menor entidad, a la sombra o bajo el sol tamizado por las ramas, con un piso excelente que permite echar la vista en derredor sin peligro de resbalones. 


Iniciando la caminata hacia Aracena. Recorrido de 6 km con un desnivel de subida de 262 m y de bajada de 157 m.





La senda cruza el arroyo por un puente de piedra y se mete en un vallecito lateral, afluente del Palmencia por la izquierda. Después del descenso a las Minillas, lo que quedaba hasta Aracena era prácticamente plano. Nos vino bien que ese último tramo no exigiera esfuerzo porque el calor acentuaba el cansancio de la caminata. 



El grupo al final de la caminata

DIA 10 RECORRIDO POR ARACENA

Nos hubiera gustado dedicar un ratito a refrescarnos con una cerveza, pero teníamos entradas para la cueva de las Maravillas a las 12,30 y llegábamos ajustados de tiempo. Visita guiada a la cueva de casi una hora. La cueva es larga y preciosa, digna de visitarse. 

Después de la visita a almorzar a Jesús Carrión. Restaurante cerrado por descanso semanal, pero abierto exclusivamente para nosotros. Teníamos dos camareros y toda la cocina a nuestra disposición. Un almuerzo de postín, por el servicio y los platos.

A duras penas nos levantamos de la mesa y más duro aún fue la bofetada de sol y calor que recibimos al salir a la calle. Nos quedaba para la tarde la faena de visitar el pueblo de Aracena, pero en las condiciones en las que estábamos se nos antojaba tarea harto ardua. Paseamos por la parte baja que es bastante llana y con las visitas a la fuente-lavadero, museo del jamón y plaza Marqués de Aracena nos conformamos y dimos por finalizada la visita.

Vuelta a Los Veneros y descanso generalizado. Sólo dos valientes, Fini y Antonio, se atrevieron a probar la piscina. Quizá otro día los acompañemos los demás. Ya veremos.


Esperando la entrada a la Gruta (en la cueva no se pueden sacar fotos)



El Museo del Jamón









DIA 11 RUTA DE CASTAÑO DEL ROBLEDO A GALAROZA

Después del desayuno partimos a Castaño del Robledo. A la entrada del pueblo paramos para que los conductores con los coches fuesen a Galaroza, dejasen allí 4 coches y regresasen a Robledo con uno de ellos. Entre tanto el resto de caminantes buscamos el inicio del sendero a Galaroza.

Llegaron los conductores y ya, el grupo completo, iniciamos la caminata después de visitar la Fuente del Barrio, al lado de la carretera, con piedra tallada con las armas reales y la fecha de 1728.

Preparados para montar en los coches
Iniciando la caminata hacia Galaroza. Recorrido de 6 km con un desnivel de subida de 90 m y de bajada de 240 m.

El sendero es descendente o llano en casi todo su recorrido, la mayor parte del tiempo ancho para paso de vehículos, con un piso excelente, y sombreado por castaños, robles y alcornoques. Sigue a la Rivera de Múrtiga, por su derecha. Cuando el camino se acerca al cauce, la sombra proviene además de sauces, chopos, alisos y fresnos.

Desde la senda se divisa Jabugo, allá arriba a la izquierda poco antes de Galaroza. Al llegar a Galaroza está la única cuestecilla de todo el recorrido.

















Llegando a Galaroza

En el bar Venecia pensábamos volver a tomar el aperitivo, pero el miércoles cerraba. Contrariados entramos en el pueblo y después de preguntar a varios paisanos llegamos a una gran plaza donde había un mercadillo y algunos bares. Elegimos el bar Andaluz que anunciaba caracoles. Pedimos nuestras cervezas, vinos y vermuts con 4 platos de jamón y dos raciones de caracoles. El mejor jamón del viaje y los caracoles deliciosos. 


Buscando un bar para tomar la cerveza y el jamón


DIA 11 MONASTERIO DE TENTUDÍA

A la salida visitamos la fuente de los Doce Caños y partimos a Tentudía. En el restaurante Balcón de Tentudía almorzamos. Otra vez comida pantagruélica de la que nos levantamos a duras penas.

El monasterio muy original, hecho la mayor parte en ladrillo, con un par de claustritos recoletos y una bonita iglesia. La orden de Santiago fue la constructora y mantenedora. 


Vértice Geodésico de Tentudía 1.112 m situado encima del tejado del Monasterio (la montaña más alta de Badajoz)


Foto artística









DIA 11 SUBIDA AL CERRO BONALES

Del monasterio llevamos los coches al pie del cerro Bonales, mayor altura de la provincia de Huelva que Manolo tenía muchas ganas de pisar. Saltando una valla subimos el cortito repecho entre la carretera y el cerro. Robledal con hierba y florecillas por doquier nos acompañaron a la cumbre.

Y de la cumbre a Los Veneros por la vía más rápida posible.




Cerro Bonales 1.055 m (la montaña mas alta de Huelva)


Chicas entre flores

DIA 12 RUTA DE LOS VENEROS A ALDEA DE LA PRESA

Después del desayuno Paco y Manolo fueron a la aldea de la Presa para dejar allí un coche. Cuando volvieron a los Veneros iniciamos la caminata. Se trataba de rodear el cerro del Gollizo que se alza entre Santa Ana y los Veneros, saliendo de los Veneros hacia el este, pasar por el Risco de Levante y acercarnos a Santa Ana por la rivera de Santa Ana o del Gollizo.

Iniciando la caminata hacia Aldea de la Presa. Recorrido de 9 km con un desnivel de subida de 340 m y de bajada de 207 m.

La ladera sur del Gollizo, por la que iniciamos la ruta, aparece con un matorral muy espeso, pero con muy poco arbolado. La caminata era en cierto modo monótona entre el matorral hasta que llegamos al extremo este del Gollizo, señalado por un enorme peñasco, el Risco de Levante, en la misma senda. El peñasco nos animó a sacar una y otra foto y desde allí la senda mejoraba y el paisaje se animaba. 





Aparecieron los robles, los alcornoques, las encinas, los madroños, los durillos… todos confabulados para sombrear la senda formando túneles. Llegamos a un colladillo señalado por un puente tibetano entre dos peñascos y a continuación el panorama se abría en una llanura por la que discurría el arroyo arropado por una excelente aliseda a modo de bosque de galería.











El paseo no podía ser más relajante con los cantos de los pinzones y los ruiseñores animando el llano camino. A la rivera llega desde el norte el barranco de Joyarancón y en él hay una famosa cascada. Fuimos a visitarla. Temíamos hacer el paseo en balde porque con la sequía dudábamos de que cayera agua por la cascada, pero sí que caía un chorrillo que se despeña desde unos 50 m en dos saltos.

Chorros de Joyarancón


Vueltos a la senda tomamos al oeste y al sur hacia La Presa. Aquí tuvimos que salvar un desnivel para salir del valle a una zona de colinas con castaños, olivos y alcornoques. La subida fue corta, pero se nos hizo larga por la falta de sombra y porque el sol a estas horas calentaba bien.

Al llegar a la aldea de La Presa nos dividimos. Los 5 conductores fueron al coche de Manolo para ir a traer los coches de Los Veneros. El resto caminamos carretera adelante hasta la cercana Santa Ana, donde nos juntamos todos.








DIA 12 VISITA A ALMONASTER LA REAL

De Santa Ana salimos a Almonaster, al Rincón de Curro donde habíamos reservado almuerzo. La comida muy bien, aunque cara, salimos a 50€/cabeza.

Comida en el Rincón de Curro

Del restaurante hacia el castillo y mezquita, remoloneando, buscando las escasas sombras, por esas calles empedradas y cuidadas.

La mezquita es una joya. Consta de 5 naves orientadas hacia el mihrab, naves sustentadas por columnas que forman como un bosque; recuerda a la mezquita de Córdoba, salvando las distancias. Algunas columnas de granito, muy bastas, y otras finísimas, de mármol, con sus capiteles son romanas. ¡Qué bonita esta pequeñita joya!

De la mezquita a los coches y a la fábrica de embutidos de Santa Ana donde compramos jamón, salchichón, chorizo, caña de lomo y otros productos del cerdo ibérico. Y de la fábrica a descansar a Los Veneros.





La Mezquita








Almonaster la Real desde la Mezquita




En la piscina del complejo turístico Los Veneros 



DIA 12 MINAS DE RIOTINTO

Por ser el último día madrugamos un poco menos, el desayuno a las 8,30. El museo minero de Riotinto no lo abrían hasta las 10,30, por tanto ¿para qué madrugar?

Según va la carretera hacia el sur, desde Los Veneros hacia Riotinto, el paisaje se hace más árido, con menos arbolado. La minería y los incendios han asolado esos parajes.

A las 10,30 estábamos puntuales a la visita del museo minero en Riotinto. El museo ocupa el edificio que fue enfermería en tiempos de la minería inglesa. Tiene muy buena información gráfica, nos paseamos por la reconstrucción de una mina romana, visitamos las locomotoras y vagones de tren, ¡cómo no si llevábamos 3 ferroviarios en el grupo! Muy ilustrativas las muestras de minerales, las fotos del XIX y XX, y otros detalles curiosos.








A las 12 la segunda visita: la mina de la Peña del Hierro. Accedimos a la mina por el túnel por donde sacaban el mineral que terminaba en la corta de la mina, de curiosos colores y llena de agua casi hasta la boca del túnel. Viendo la mina uno se hace idea del gran problema que suponía quitar el agua para facilitar la explotación del mineral.

Mina Peña del Hierro






Hidratándonos con una cerveza en Casa Idolina
Montados en el Tren Minero para el recorrido por las instalaciones del complejo minero

Después al tren turístico minero. En la estación había un montón de gente, dudábamos que todos cupiéramos en el tren, pero entramos con holgura. Los mejores asientos son los de la izquierda en el sentido de la marcha porque van dando vista al cauce del río Tinto y, aparte de otras pequeñas cosas, las aguas del río con sus inusuales colores rojizos y naranjas, son el principal atractivo.

La estación de los Frailes es la última del recorrido. En la parada hay tiempo para llegar hasta las rojas aguas del Tinto. La máquina hace maniobra y se pone a tirar del vagón que era el último. Un cartel en los vagones advierte a los pasajeros de que sean educados y dejen los asientos cercanos al río a los que antes iban mirando a la montaña, pero un señor, ya de cierta edad, quería echarnos a los que habíamos cogido sitio en los asientos del río cuando él había hecho el trayecto de venida en esos asientos. Bueno, se quedó con su cabreo y nada más.























En la estación de Riotinto tomamos los coches para ir a casa Idolina. Menos mal que habíamos reservado, ¡qué gentío!

Después de los aperitivos María Jesús y Jesús partieron hacia Madrid. El grueso del grupo terminó su almuerzo, visitó la casa 21 del barrio minero de Riotinto y después hacia Málaga.

Entre 9 y 9,30 todos habíamos llegado a nuestro destino.


Casa 21 del barrio inglés de Bella Vista




FIN DEL VIAJE REGRESO A CASA

Excelente excursión. Todos nos quedamos con ganas de preparar otra. A ver cuándo llega.