miércoles, 19 de diciembre de 2012

19/12/2012 DEL ROBLEDAL A LA MAROMA CON VARIANTES

Participantes: María Victoria, Paco Hernando, Antonio Usieto y Manuel Diez.
Recorrido 16 km con desnivel acumulado de 1.000 m.
Quedamos a las 7 en Velez y tuvimos dos bajas, Pepe que no apareció y desconocemos las causas y Juan que no vino por tener problemas en la uña del dedo gordo del pie. 
Nos fuimos a Ventas de Zafarraya a desayunar y después del café y las tostadas nos fuimos hacia el Robledal, la temperatura aquí era mucho mas baja que en Velez, nos abrigamos y empezamos la subida. 
Al llegar al mirador nos quitamos algo de ropa, porque se notaba la subida y el sol que ya calentaba.
Cuando llegamos a las Loberas dejamos la senda e hicimos una variante campo a través para ir hacia el tajo "Volaeros".
Recuperamos la senda y continuamos hasta la Maroma. El día estaba completamente despejado en la Sierra pero se veía la niebla en la costa y en el interior en los valles de Alhama.
Por encima de las nubes que estaban pegadas al mar, se veía claramente la cordillera del Atlas en Marruecos.
Disfrutamos de las vistas, tomamos el Ángelus e iniciamos la bajada por la cuerda que va hacia los Tajos del Sol sin pasar por el Tajo "Volaeros".
Cuando llegamos la mirador superior decidimos abandonar la senda y bajar por la cresta hasta el mirador inferior. Continuamos la bajada y nos desviamos hacia los Barracones para ir hasta los coches.
Habíamos quedado con Pedro Aguilar a las dos y media para comer y apareció con la gorra llena de setas.
En una mesa colocamos las viandas, los vinos, el cava, los orujos y los postres y dimos buena cuenta de todo, disfrutando de la buena comida, el excelente tiempo y la amena charla.
Rematamos el día tomando un café en la Alcaicería.



LLEGANDO A LA MAROMA

LA CIMA

ENCIMA DE LOS TAJOS DEL SOL


ADMIRANDO EL PAISAJE



ALHAMA CON LAS NIEBLAS AL FONDO

BARRANCO DE LOS PRESILLEJOS

VINOS, CAVA Y BOMBONES

EL RESTAURANTE EN PLENA NATURALEZA


domingo, 9 de diciembre de 2012

12/12/2012 SUBIDA AL CIELO DESDE EL RÍO DE LA MIEL

Río de la Miel – Cielo. 12-12-2012

Participantes: Manuel de Nerja, Juan, Antonio Ucieto, María Victoria, Paco Hernando y Jesús.

Distancia recorrida: 20 km.
Desnivel acumulado: 1300 m.

Desayuno en la gasolinera de Nerja, al lado de la autovía. Sitio muy cómodo, con aceptable desayuno.
Después de 7 meses sin ver a Juan fue una gran alegría darle un abrazo y contar con su compañía y su conversación durante el recorrido. El grupo no es el mismo sin sus puyas para provocar discusión.
De la carreterita asfaltada que entra por el río de la Miel parten multitud de carriles a derecha e izquierda. A 500 m de altura sale uno a la izquierda y  ese es el sitio para aparcar. Retrocediendo unos metros por la carretera, a la derecha según se baja, sale la senda en dirección Oeste. Senda bien marcada y utilizada que en ningún momento se pierde entre el matorral. Nos sorprendió la senda porque en el mapa 1:10.000 no viene marcada, creíamos que estaría casi perdida, pero no, marca perfectamente la trocha entre el romero y las aulagas y se sigue estupendamente.
Desde que uno pone la vista al Oeste, el pico del Caballo se hace omnipresente. Imponente, con la cúspide rodeada de tajos, va marcando continuamente la dirección a seguir. Cierran el panorama la parte alta de la cordillera con el Alto del Espartal y el Cielo a la derecha y la cresta de Cornocalejo al frente. Precioso panorama que se completa con las quebradas y gargantas del barranco de los Giménez y sus dos afluentes que se cruzan en la subida.
El cortijo de Cornocalejo está instalado en un llano bastante grande para lo que son estas sierras. Fue un gran cortijo y aún quedan en pie paredes de sus diversas dependencias. A no más de 100 m senda arriba del cortijo está la fuente de Cornocalejo. Es sin duda una de las mejores de la Almijara, con su buen chorro de agua que va a dar a un abrevadero bien conservado. De la fuente en adelante la senda se empina mucho y nos acerca a un gran jaral de jara pringosa que hay a los pies del Caballo. Curioso este jaral porque no se ve ni una mata fuera de ese rodal, pero en él no crece otra cosa.
En la cresta de Cornocalejo se da vistas al valle de Colmenarejos y ahí también hay manchones de jara. Al otro lado del Colmenarejos, la cresta por la que baja la senda del Cielo a la Civila. y en su falda una traza de senda que uniría los cortijos de la Civila y Cornocalejo. En la cresta cambiamos la dirección de la caminata hacia el Norte, siguiendo la cresta. La senda se hace menos nítida y hay que retomarla si se pierde en la cresta. Más adelante, ya en la falda del Alto del Espartal, la senda se pierde, pero es una zona con muy poca vegetación en la que no es necesaria. Hay que seguir hacia un pinarillo al pie de los tajos del Espartal y poco antes de llegar a él, entrar en el barranco de Colmenarejos y cruzar a la margen derecha subiendo hacia la mancha de pino quemado. Y ya por la zona quemada llegar a la cresta que hacia la izquierda, nos lleva al Cielo.
Habíamos tenido una mañana estupenda, con alguna nube, sin viento y con muy buena temperatura, pero en la cresta hacia el cielo comenzó a subir la niebla primero por la ladera Norte y poco después también por la Sur. Llegamos al Cielo sin visibilidad alguna así que poco tiempo perdimos allí. Sólo decidir que íbamos a bajar hacia la Civila. Paramos en donde sale la senda a Cornocalejo y decidimos meternos en ella. Si estaba bien sería el camino más corto para volver a la cresta de Cornocalejo. No estaba bien, y en unos 100 m se cerró con altos matorrales de jara que impedían el paso. Vuelta hacia la Civila y al llegar al collado de la Civila votamos democráticamente si ir a Maro para que Juan con su coche acercase a los conductores a recuperar los suyos o adentrarnos por el Colmenarejos para ir al río de la Miel. Esta ruta tenía su parte desconocida, así que la votación fue unánime: a lo desconocido.
Almorzamos en el pinar que da vistas al Colmenarejos, con un delicioso y variado menú, muy buenos vinos y de postre bombones y “colutorio”. Excelente ambiente en la comida y con excelente humor retomamos la caminata hacia la crestita que nos llevaría al primer cortijillo del Colmenarejos. En él tomamos el carril que nos llevó a la vertiente izquierda dando vistas al río de la miel. Ese carril nos hubiese bajado a la carretera pero muy abajo y por evitar bajar tanto nos metimos en lo que el mapa marca como senda y que resultó ser el paso de una tubería que en unos centenares de metros se hizo impracticable. Tuvimos que bajar al carril para intentar otra nueva senda a la izquierda y esta ya sí nos sacó a la carretera bastante más debajo de donde estaban los coches. La cuestecita de la carretera se nos hizo interminable, por eso pensamos dejar los coches un poco más abajo en una futura excursión y repartir la cuesta de la carretera entre la mañana y la tarde.

Magnífica excursión que nos satisfizo a todos por el paisaje, por las vistas, por el buen ambiente que reinó y por haber descubierto una nueva ruta gracias a la inquietud de Manuel de Nerja.

ENLACE PARA VER LA RUTA EN WIKILOC


INICIANDO LA SUBIDA

LA SENDA CON EL CABEZA DEL CABALLO AL FONDO

EN EL CORTIJO DE CORNOCALEJOS

LA FUENTE DEL CORTIJO

SUBIENDO HACIA EL COLLADO DEL CABEZA DEL CABALLO

EN EL COLLADO CON LA CUESTA DEL ESPARTAL AL FONDO

DETRÁS EL PICO DEL CIELO

EL CABEZA DEL CABALLO Y LA JARA PRINGOSA

LLEGANDO AL PICO DEL CIELO CON NIEBLA

LAS AULAGAS Y LA JARA PRINGOSA QUE NOS IMPIDIERON SEGUIR POR LA SENDA DE VUELTA AL CABEZA DEL CABALLO

LOS VINOS PARA REGAR LA COMIDA

EL RESTAURANTE

BUSCANDO LA SENDA DE VUELTA A LOS COCHES

miércoles, 5 de diciembre de 2012

5/12/2012 ALFARNATE - CHAMIZO - CAMAROLOS

Chamizo-Camarolos. 5-12-12

Participantes: Antonio Ucieto, Paco Hernando, Manuel de Nerja, Jesús.

Distancia recorrida: 14,5 km.
Desnivel acumulado: 820 m.

Desayuno en Alfarnate, en casa de la señora Teresa. Cafés a 1 euro y aceite servido a voluntad de una garrafa de 5 L., gratis. Este sigue siendo el bar de nuestra amiga la señora Teresa.

Llevábamos varias semanas queriendo ir al Chamizo, pero una por ir a Sierra Nevada y otra por los castañares del Genal, se ha ido retrasando. Hoy le tocaba ya.
Desde Alfarnate se veía el Chamizo con una enorme nube encima que no auguraba nada bueno. Dudas sobre adónde ir: Vilo, Doña Ana y Gomer, Tres Mogotes…Finalmente, después de desayunar, Antonio arrancó el coche en dirección a la antigua carretera Málaga-Granada y allí decidimos que quizá el león no fuera tan fiero como aparecía y que veníamos por el Chamizo, así que para arriba.
Arrancamos por el carril con 6ºC y un viento fuerte, con agua escurriendo por todos los regatos y los campos empapaditos. Había caído algo de lluvia la noche anterior. Evitamos acercarnos al redil del pastor pendenciero y, aunque dando algún rodeo, respetamos el carril de subida. Al llegar a la división hacia el Chamizo y hacia el puerto de los Perdigones decidimos que el Chamizo con niebla y con las piedras mojadas era un tanto peligroso y echamos para los Perdigones.
Poco más arriba de donde termina el carril entramos en la niebla que queríamos evitar. Llegamos al puerto de los Perdigones con niebla, con viento y 1,4ºC. Proseguimos en dirección Oeste hacia el puerto en la base del Chamizo y llegamos a él en las mismas condiciones y a 1,3ºC. No se veía a dos palmos y el vendaval nos tiraba. La gorra de Manuel salió volando y hubo que correr para alcanzarla. Pero no nos arredramos y seguimos hacia el “torcalito”. Antes de llegar a él no topamos con una manada de caballos gordos y lustrosos. La llanura que precede al torcalito estaba empapada de agua y en algunos sitios con pequeñas lagunitas, todo verde, como si fuera la cornisa Cantábrica, pero con un frío que nos atería.
Al llegar al torcalito, nuevo conciliábulo. ¿Seguimos? ¿Volvemos? Manuel sugirió seguir un poco más. Y allá fuimos siguiendo las sendas del ganado y un “track” que Manuel se había bajado de internet. Después de múltiples equivocaciones y de saltar y trepar por ese enrevesado lapiaz llegamos a la cresta que lleva al Rodadero. Niebla, viento y frío seguían en sus trece, y allí decidimos que ya habíamos sufrido bastante por hoy, que veníamos a la sierra a disfrutar, no a padecer esas inclemencias.
Dimos la vuelta siguiendo fielmente la ruta de venida que marcaban los GPS, procurando ir los cuatro juntos, sin separarnos, porque no se veía a dos palmos. Desandamos el torcalito, llegamos a la llanura, volvimos a visitar a nuestros amigos los caballos y llegamos al puerto bajo el Chamizo y al de los Perdigones en parecidas condiciones: la temperatura había mejorado un poco, 1,7ºC, pero el vendaval y la niebla seguían igual.
Poco antes de llegar al comienzo del carril dejamos atrás la niebla pero no el viento ni el frío. Nuevas deliberaciones. Ahora sobre si almorzar tomando unas tapas en el bar de Teresa, de si bajar a la costa y buscar un carasol calentito…Un roquedo cercano al carril estaba orientado al Sur y decidimos acercarnos por si nos protegía del viento. Llegamos, nos gustó y ese fue nuestro restaurante, junto a una poderosa encina.
El almuerzo tan variado como siempre: chorizo, cecina, almendras, pollo, ropa vieja, fruta, bombones. Y nuestros vinos del Somontano y Rioja, con un poco de “colutorio” para mantener la boca debidamente protegida de infecciones.
Antes de las 3 estábamos en el coche. El Chamizo seguía con su corona de nubes y nos imaginamos que con el mismo viento y frío. Como somos cabezones seguiremos intentando la subida al Chamizo. No se va  a librar de nosotros por un vendaval, niebla y frío. Ya caerá. Hay más días que ollas.


ADMIRANDO EL PAISAJE ANTES DE TAPARLO LAS NUBES

FRAILE, GOMER Y EN MEDIO EL PANTANO DE LA VIÑUELA

ADMIRANDO LOS FRUTOS DEL MAJUELO

FANTASMAS ENTRE LA NIEBLA

LOS CABALLOS NOS SALUDAN

SALVANDO EL TORCALILLO


RETORNANDO AL INICIO DE LA RUTA

LOS VINOS FRESQUITOS

LA COMIDA AL SOL

LA LLEGADA AL COCHE SOLEADA