jueves, 26 de enero de 2023

MIÉRCOLES 25 DE ENERO: CANILLAS DE ACEITUNO, COLLADO DE LA ZORRA, LA FÁJARA

 Participantes: Luis, Rafa, Miguel, Paco Hernando, Victoria, Antonio de Fornes, Antonio Usieto, Ricardo y Jesús

Distancia recorrida: 17,4 km

Desnivel acumulado: 1025 m

 Desayuno en el bar El Cruce. Molletes y pitufos. A 3,5€.

 Estamos en plena ola de frío polar en toda España. A Málaga también ha llegado con 6ºC esta mañana en la costa y en Canillas la predicción era -1ºC. Cuando hemos llegado a Canillas había helado.

Aprovechamos el aparcamiento de Canillas y, después de sopesar si comenzar bajando a la Fájara o subiendo hacia el Peñón Grande, decidimos esta última alternativa porque con la cuesta seguro que nos quitábamos el frío matutino. Sabido es que las calles de Canillas tienen repechos más empinados que las sendas de la sierra y la cuestecilla entre el aparcamiento y el cementerio se las trae, por eso, cuando hemos llegado al cementerio nadie tenía ya frío.

Conforme subíamos íbamos viendo la sierra pintada de blanco, con una capita fina. Indudablemente había caído bien granizo, bien nieve. Se confirmaba la primera impresión que habíamos tenido en los coches según subíamos a Canillas.

Hemos tomado la senda que va sobre el carril y luego de cruzar el carril hemos continuado por ella hacia el Peñón Grande. Debajo del Peñón hemos visto los primeros granizos, poca cosa, unas manchitas aquí y allá, pero anunciaban lo que íbamos a encontrar más arriba.

Cuando hemos tomado la senda con indicación a La Maroma en el carril del Peñón Grande nos hemos llevado la sorpresa de que la senda estaba limpia. No sólo la senda, sino un par de metros en una y otra orilla. Estábamos de suerte, parecía que la hubieran limpiado para nosotros. Hemos cruzado el barranco del Cabrito aprovechando el puente allí instalado. Poca falta hacía el puente para cruzar un barranco seco siempre, pero ya que estaba allí lo hemos aprovechado.

Según subíamos por la loma que separa los barrancos del Cabrito y de la Cueva del Agua el granizo iba cubriendo más y más superficie de la senda. Se iba haciendo difícil evitarlo y por tanto había que pisar con cuidado, pero cuando hemos cruzado el puente sobre el barranco de la Cueva del Agua, toda la mesa del puente estaba blanca.

Según subíamos por la loma del Torcalillo del Nido el granizo iba cambiando a nieve, y a poco íbamos caminando acompañados del crujir de la nieve. Nadie esperábamos que íbamos a caminar por nieve y, como por estas latitudes es un meteoro extraño, nos ha alegrado hollar su blancura impoluta y oír el crac crac de nuestros pasos en ella.

En el collado de la Zorra, punto más alto del recorrido, habría como 3-4 cm de espesor. Curiosamente, hacia el puerto del Pico y La Maroma, bastante más arriba de donde nos encontrábamos, no había caído nada. La nieve debió provenir de una nube baja y en la parte occidental.

Las rampas de descenso desde el collado de la Zorra ha habido que hacerlas despacio, con mucho cuidado, para evitar resbalones pues, aunque la nieve no estaba helada, sí resbalaba mucho más que el suelo. Hemos llegado a la curva de los Visos y hemos parado un poquito a contemplar el panorama: el Peñón Grande, las colinas y valles de la intrincada Axarquía, el embalse y el barranco Hondo. Preciosa vista.

Se hacía hora del Ángelus y no teníamos donde parar, todo estaba con nieve. Íbamos decididos a subir a la cueva de los Carneros cuando un roquedo en la misma senda nos ha proporcionado suficiente espacio seco para sentarnos. A los habituales frutos secos se ha unido el vinillo moscatel de Ricardo.

Cerca del Atalayón la nieve había casi desaparecido. Alguno ya teníamos ganas de pisar terreno seco. La nieve es bonita un ratito, no más.

El pinar de la cara oeste de la sierra, por debajo del Atalayón, ha sido entresacado. Creemos que es la primera vez que hemos visto una entresaca en el Parque Natural. Esta iniciativa, como la de la limpieza de la senda, hay que aplaudirlas.

Hemos salido del Parque por la Gran Senda de Málaga que nos ha llevado a la mesetita antes de descender a La Fájara. Ese ha sido hoy el restaurante. Ha habido exquisiteces, como siempre: chorizo, longaniza, panceta, hermosísimas gambas, edamame, ensalada con aguacate y kiwi, tortilla de champiñón, pollo guisado y frito, magro de cerdo, albóndigas, carne con chutney… tres tipos de quesos, tarta de Victoria, bombones y té. Además, hoy la Vinoteca ha vuelto a brillar: ¡6 botellas de vino y un par de cervezas han salido de las mochilas! Y vinos buenos a juzgar por las 3 1/2 que hemos consumido. Pero lo mejor de la comida ha sido el ambiente de bromas y chascarrillos. Nos hemos reído a gusto, lo hemos pasado bien.

El nacimiento de la Fájara vertía un gran chorro de agua y una vez allí hemos decidido continuar por la acequia sobre el río Bermuza, senda novedosa para una buena parte del grupo. Se pasa sobre unos aguacates y atravesando una puerta se baja al antiguo molino Alto y puente medieval. La vegetación se ha apoderado de este enclave. Tan apenas se ven los muros del molino y el cauce del río está totalmente cubierto.

Una vez en la pista de Canillas a Alcaucín hemos remontado la cuesta final con la parsimonia que imponían las barrigas llenas.

Día sin viento, luminoso, con sol, fresco en la mañana, pero muy agradable el resto del día. Con las sorpresas de la nieve, de la senda limpia y del bosque entresacado. Un excelente día.

4.1. El Peñón Grande y la senda
4.3. Parte del grupo en la senda bajo el Peñón Grande
4.5. En la dificultosa senda bajo el Peñón Grande
4.7. Caminantes por el pinar
4.8. Las casitas blancas de la Axarquía
4.11. Caminando sobre el granizo
4.13. Enebro de la miera nevado
4.14. La nieve va cobrando entidad
4.16. Caminando en la nieve
4.18. Una bajadita resbaladiza
4.19. El grupo en el Atalayón
4.21. Buena cosecha. Orgullo de la Vinoteca
4.23. Alegría con la tarta
4.26. En el nacimiento de la Fájara
4.27. En el puente medieval
4.28. En la barandilla del puente




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