jueves, 30 de marzo de 2023

MIÉRCOLES 29 DE MARZO: ARROYO MOLINOS DE ISTÁN

 Participantes: Ángel, Pili, Paco Ponferrada, Manolo, Lucía, Miguel, Antonio de Fornes, Victoria, Lily, Ricardo, Antonio Usieto, Manuel de Rincón y Jesús

Distancia recorrida: 4,5 km

Desnivel acumulado: 220 m

Desayuno en el Fogón de las Nieves de Monda. Ya somos clientes porque ponen buen desayuno. Paco Ponferrada ha tenido el detalle de invitarnos al desayuno por su cumpleaños. FELICIDADES, PACO, y muchísimas gracias. Victoria también quería invitar por su cumpleaños, pero Paco se le ha adelantado; para otro día. Te lo recordaremos.

Hoy era día de jolgorio, de comida de hermandad que suele decirse. Ángel nos había invitado a un arroz en su casita de campo de Istán y hoy era el día elegido.

Después de un atasco fenomenal en Marbella hemos llegado a Istán media hora más tarde de la programada. En la casa de Ángel hemos dejado los coches, las cosas que llevábamos para el arroz, e incluso las mochilas y hemos salido a caminar dejando a María Jesús, la esposa de Ángel, al cargo de picar la verdura para el sofrito.

Poco antes de llegar al Nacimiento del arroyo Molinos hemos dejado la pista a Monda para internarnos en el bosque de la ladera norte del cerro donde se asienta Istán, entre alcornoques y quejigos. Hacía poco que Ángel nos había llevado por esa zona, pero el panorama había cambiado totalmente. Hoy la primavera había llegado a esa zona y el amarillo de los hérguenes, el blanco de las lágrimas de la Virgen y el rosa de las vincas cubrían el suelo.

Ángel nos ha llevado al manantial de la Minilla. Parece que en la vertiente izquierda de arroyo Molinos había varios manantiales. Este de la Minilla surtía a la fuente del pueblo quizá anteriormente a la llegada de los árabes y hoy lo sigue haciendo. Otros eran empleados para el riego, de modo que el agua detraída al arroyo por las acequias era compensada por los manantiales de más abajo. El arroyo movía una decena de molinos, quizá de ahí su nombre, de los que sólo uno ha sido conservado por sus propietarios.

Hemos cruzado a la vertiente derecha del arroyo y llegado casi al cauce del arroyo de la Vieja donde hemos tomado una acequia hacia el pueblo, ya conocida de otra excursión, hemos vuelto a la vertiente izquierda del Molinos y, aprovechando un cartel que decía que era sólo paso para los usuarios de la acequia, hemos llegado al cauce del arroyo en un rincón paradisiaco con el agua chorreando por las paredes cubiertas de musgo.

Ángel nos ha metido en el cauce, ascendiendo entre cascadas e higueras, con algunos pasos más que atrevidos, hasta llegar a la cascada superior, la mayor de todas. Hemos disfrutado de lo lindo. Nunca hubiéramos encontrado ese rincón con tanta agua y vegetación, adornado por los saltos de agua del arroyo, a no ser por Ángel.

Hemos abandonado el arroyo para ir hacia el pueblo, lo hemos cruzado y, como fin de fiesta, hemos subido a las Majadillas por la cuesta del Moro, esa sendita que conocíamos de nombre y nunca habíamos hollado.

Quedaba la parte nutricional de la jornada. Mientras Ángel hacía el sofrito de las verduras y la carne que Pili había comprado, Antonio de Fornes preparaba la ensalada y Antonio Usieto sacaba las primeras cervezas y descorchaba el vino blanco de la Axraquía. El resto colaborábamos haciendo aprecio a unos tomatillos, pistachos y unos callos que Ángel había preparado el día anterior.

Una pequeña incidencia en la rueda que calentaba la sartén del arroz ha hecho que el cocimiento fuera más lento de lo previsto. Para entretener el tiempo Antonio Usieto ha cortado el queso que traía de postre y, claro, también el queso ha caído.

Cuando ya estaba hecho el arroz Ángel se ha entretenido en decorarlo con secciones de naranja, un limón cortado en forma de cestita y unas flores de lágrimas de la Virgen. Cuando ha sacado el arroz se ha llevado un aplauso fenomenal, pero corto, porque enseguida estábamos todos con el plato haciendo cola para recibir nuestra ración de arroz. Delicioso arroz. Ha habido para repetir y aún sobraba casi otro tanto. Para hoy y mañana los gatos de Ángel tienen comida de día de fiesta con ese arroz.

Pero no ha acabado ahí la comida. Victoria ha sacado los postres, nada menos que tres y un sorbete de limón para cambiar de un sabor a otro. Hemos tenido los clásicos huevos nevados, un hermoso flan y una tarta exquisita. El té de Pili y los orujos de Manolo han acompañado la exhibición pastelera de Victoria.

Cuando nos hemos levantado pesábamos un par de kilos más que cuando hemos llegado.

Inmejorable día.










































Resumen de Antonio









 

jueves, 16 de marzo de 2023

MIÉRCOLES 15 DE MARZO: PINSAPARES DE ISTÁN

 Participantes: Ángel, Pili, Paco Ponferrada, Lola, Rafa, Manolo, Paco Hernando, Carlos, Miguel, Lily, Victoria, Ricardo, Antonio de Fornes y Jesús.

 Distancia recorrida: 7 km

Desnivel acumulado: 245 m

Desayuno en el Fogón de las Nieves. 13 buenos desayunos, 48€. Hay sitios más baratos, pero este no está mal habida cuenta de las dimensiones de pitufos y molletes, y del jamón que algunos sibaritas le meten.

Jesús tuvo la deferencia de invitarnos a desayunar por su cumpleaños y recibió cálidas felicitaciones.

Hoy se preveía una ruta cortita y con escaso desnivel, como ha salido al final. Se trataba de recorrer los pinsapares de Istán y Monda para una ruta final del libro de las sierras Blanca, Canucha y monte de Bornoque. El pinsapar de Monda lo hemos visto en la distancia porque está en una finca privada, vallada, cerrada, sin posibilidad de acceso al público. Y este pequeño detalle ha reducido la ruta prevista.

No obstante, el corto recorrido y pequeño ascenso de los datos de la ruta son engañosos. La ruta no ha sido un camino de rosas porque Ángel nos ha metido por el pinsapar de la Umbría de las Cañas por medio del bosque, con unas pendientes casi insalvables, luchando con el desnivel y la vegetación. Allí nos hemos ganado la comida.

Hemos partido de Puerto Verde entrando en el pinsapar de la Umbría de las Cañas por la senda del antiguo camino de Istán a Tolox, ya conocido de otras veces, con las acostumbradas paradas para contemplar alcornoques y pinsapos. Pero esa ruta placentera por la senda ha durado poco porque enseguida Ángel nos ha metido por una veredilla de corcheros y luego monte a través, en dirección oeste, entre la abigarrada vegetación y la empinada ladera. Caminábamos a paso de tortuga porque el entorno no permitía otra cosa y aun así ha habido más de un culetazo.

Cuando llevábamos un buen rato de penalidades Ángel ha encontrado otra veredilla de corcheros que nos parecía una autopista después de lo pasado. Por esa veredilla hemos salido al carril y ya todo ha sido coser y cantar. La nota jocosa de la jornada la han puesto los Pacos y Ricardo encaramándose a un alcornoque enorme y haciendo allí una serie de cabriolas. Afortunadamente han bajado por su pie, ilesos, y todos contentos hemos reanudado el ascenso por el carril.

Otras veces hemos parado en los puertos de Zarzalones Bajo y Alto. Hoy no. Hemos pasado por ellos siguiendo la ruta hacia el puerto del Capitán, en lo alto de la loma, desde donde hemos entrado al pinsapar de la Umbría del Capitán. Sorprendente pinsapar. Si en la Umbría de las Cañas se ven muchos pinsapos jóvenes aquí tapizan totalmente el suelo. ¡Qué cantidad de pinsapos de entre 2 y 3 m de altura por debajo de los grandes!

Claramente se veía la tala de pinsapos que hacen los corcheros alrededor de los alcornoques y para aumentar el espacio de la senda por donde sacan el corcho. Pero esa tala hace poca mella en la multitud de pinsapos jóvenes que allí hay.

Hemos dado con un enorme pinsapo caído hace tiempo y de él Ángel ha elegido varias ramas para sus trabajos de talla de la madera. Con esa carga y algunas raíces y troncos de madroño hemos salido del pinsapar al puerto del Capitán.

La faena del día la teníamos hecha puesto que, al pinsapar de Monda, en la umbría de la Sepultura, no podíamos entrar. Hemos elegido la sombra de un gran alcornoque para sentarnos a comer haciendo un gran rolde, y hemos asistido al espectáculo de las comidas de la Vinoteca con aperitivos, verduras y carnes sin cuento. Después los quesos, la tarta de manzana de Victoria, los tés y orujos. Todo ello aderezado con animada conversación y 6 botellitas de vino de Ribera, Rioja, Murcia, Aragón y Castilla-León.

Hemos tenido problemas para levantarnos después de la pantagruélica comida, pero con perseverancia lo hemos conseguido y nos hemos puesto a caminar para salvar los 2 km escasos que nos quedaban a los coches.

Estas buenas comidas son la base para preparar otras. Eso ha sucedido hoy porque Ángel se ha ofrecido a cocinar un arroz y con gusto hemos aceptado. Si Dios no lo remedia, esperamos que no, el miércoles 29 será el día del arroz.

Día para caminar en manga corta, buscando la sombra, sin viento y con un sol resplandeciente. La tierra muy seca. Necesitamos lluvia.

Preparándonos para la ruta

Ángel dándonos información sobre el valle del río Verde y la Sierra de las Nieves
Nuestro guía
Entre alcornoques, pinos y pinsapos





Luchando con la vegetación y la pendiente


Llegando al carril




Zona de pinsapos
Istán y el Estrecho de Gibraltar
Caminando al sol





Cortando una rama del viejo pinsapo caído
Caravana de porteadores


Los vinos y la cerveza
Restaurante a la sombra del alcornoque

La siesta
Iniciando el regreso....
.... En procesión





Málaga y la sierra de Mijas

El pisapo azul
Llegando a los coches
Video de Antonio que resume la ruta