DÍA 17: VIAJE DE MÁLAGA A LEÓN
Decidimos
este año ir al noroeste de León para disfrutar del otoño. Nos apuntamos 17 y al
final hicimos el viaje 14. Los participantes fueron: Pili, Paco, Fini, Antonio
M, Lucía, Lily, María Victoria, Antonio U, Rafa, Manu, Antonio S, Manuel G,
Enrique y Manuel D.
Elegimos
Villablino como centro base, alojándonos en el Hotel la Brañina y desde aquí
realizar excursiones a las comarcas de Laciana y Ancares en León y a los
Parques Naturales de Las Fuentes del Narcea y Somiedo en Asturias.
Realizamos
12 el viaje en AVE hasta León, Enrique fue en su furgoneta haciendo turismo y Manu
en autobús desde Guecho. En León alquilamos una furgoneta de 9 plazas Mercedes
Vito y dos de 5 plazas, una Mercedes Citan y otra Peugeot Partner Tepee.
Llegamos a Villablino a las 8 de la tarde, repartimos las habitaciones y nos fuimos a pasear por Villablino y a cenar un poco antes de retirarnos a descansar del largo viaje.
DÍA 18: LEITARIEGOS – CUETO DE ARBÁS
Fijamos para
todos los días el desayuno a las 7,30 h y la salida de los coches hacia la ruta
a las 8,30 h.
Salimos a la
hora prevista hacia el puerto de Leitariegos que nos recibió con algo de
viento. El objetivo es subir al Cueto de Arbás, que con sus 2.002 m de altura,
está considerado el último dos mil de la Cordillera Cantábrica por su parte
occidental.
Aparcamos
los coches al lado del restaurante Leitariegos, donde comeremos al finalizar la
ruta. Esta ruta está señalizada como SL AS-20 y comenzamos la ascensión por una
pista ganadera entre pastizales hasta el área recreativa situada cerca de un
remonte de la estación de esquí. A partir de aquí seguimos por un cómodo
sendero hasta la laguna. Esta laguna es de origen glaciar y está situada a 1.710
m de altitud, tiene unos 250 m de largo por unos 100 m de ancho.
De la laguna
se sale, a la izquierda, por un sendero ascendente hacia el collado de Fanetina
situado a 1.877 m de altitud. Al llegar al collado nos encontramos con un
fuerte viento que nos acompañaría durante todo el recorrido hasta la cumbre.
El sendero
hacia la cumbre discurre primero entre matorrales y poco después sale a una
zona sin vegetación, con unas vistas impresionantes hacia León y Asturias.
Llegamos al vértice geodésico, sacamos las oportunas fotos y tras disfrutar un
poco del paisaje decidimos regresar porque el viento era muy fuerte.
El regreso
lo hicimos por el mismo camino de subida. Al llegar a la laguna tomamos unos
frutos secos para reponer fuerzas y como íbamos bien de tiempo, decidimos
caminar alrededor de la laguna.
Luego
seguimos el descenso hasta los coches para dejar las mochilas y comer en el
restaurante Leitariegos.
Tras la
excelente comida, nos fuimos con los coches hasta Caboalles de Arriba con el
fin de visitar el Centro del Urogallo, como estaba cerrado nos dimos un paseo
por el entorno y descubrimos la Vía Verde de Laciana que transcurre por la
antigua vía del tren minero que sacaba el carbón desde la comarca de Laciana
hasta Ponferrada.
Como la
caminata de la mañana no fue dura, salvo por el fuerte viento, decidimos volver
a Villablino caminando por la vía verde. Los conductores se fueron para
Villablino con los coches y el resto nos pusimos a caminar para recorrer 7 km
por un precioso valle lleno de prados y arboles de ribera como los avellanos,
arces, chopos, sauces y alisos con sus hojas otoñales.
A lo largo
de la vía se ven restos de la actividad minera como las tolvas de carga del
Pozo Bolsada, el castillete metálico del Pozo María, las vagonetas de
transporte del carbón etc.
Después de
recorrer los 7 km de la vía verde, nos quedaba otro kilómetro y medio para
llegar al hotel, menos mal que encontramos un bar para tomarnos una cerveza
porque estábamos secos.
Recorrido
del Cueto de Arbás: 9 km con desnivel de 575 m.
Recorrido de
la Via Verde desde Caboalles de Arriba hasta el hotel en Villablino: 8,5 km con
desnivel de 110 m.
DÍA 19: POZO JULIA Y CASTRO DE CHANO
Hoy era un
día de lluvia y nos decidimos por una visita turística a la mina de carbón de
Pozo Julia en Fabero y el Castro prerromano El Chano en Guímara.
De camino a
Fabero paramos los coches una vez pasado Palacios del Sil para acercarnos a ver
un castaño milenario gigante, le llaman el castaño de la Verduéngana. Entre un
bosque de castaños se encuentra este impresionante ejemplar, hacen falta 6
personas para abarcar su tronco completamente. Nos pusimos a hacerle fotos sin
parar, pero no conseguíamos pillarlo entero dentro del objetivo.
Terminada la
sesión de fotos seguimos caminando entre los castaños hasta un pueblo llamado
el Castro, que estuvo abandonado, pero que hoy está lleno de nuevas construcciones,
aunque siguen en pie algunas casas antiguas y algunos hórreos.
La lluvia
nos acompañaba pero, gracias a los paraguas, pudimos disfrutar del ambiente
otoñal entre los castaños y aprovechar a probar las ricas castañas que íbamos
encontrando.
Después del
bonito paseo, continuamos el recorrido en coche hasta Fabero, para visitar el
museo del Pozo Julia. Este pozo se construyó en 1947 y tenía una profundidad de
275 m verticales con tres plantas y se accedía al interior con un castillete
metálico con ascensor que introducía a las personas y las vagonetas para sacar
el carbón. En 1991 se cerró el pozo y en 2007 las instalaciones fueron cedidas
al Ayuntamiento de Fabero para convertirlas en un espacio donde mostrar la
realidad de la minería del carbón.
Hicimos una visita guiada de 2 horas
recorriendo la lampistería, el vestuario donde colgaban la ropa para secarse,
las duchas, la sala de compresores, sala de máquinas, el castillete y una
representación de las galerías de la mina y las betas de carbón.
Resultó una
visita amena y muy bien explicada por el guía. A mí me sirvió para recordar mi
época de trabajo en la mina de Tremor de Arriba cuando era joven, para los que
no conocían esta actividad, pudieron hacerse una idea de lo dura que fue la
vida de los mineros y sus familias, sin medios técnicos para extraer el carbón
y jugándose la vida cada día que bajaban al pozo, con el agravante de que a los
40 años ya estaban casi todos con silicosis por el polvo del carbón que
respiraban.
Acabada la
visita nos fuimos con los coches por el valle de Fornela hasta el pueblo de
Guímara a comer en el restaurante A Corte del Toro que está regentado por un
argentino, naturalmente comimos carne a la brasa. Excelente comida, al final el
propietario nos obsequió tocando unas canciones con la gaita, un gran final.
Después de
comer nos acercamos a ver el Castro de Chano, un importante yacimiento
arqueológico prerromano que data del siglo I a C.
Tras la
visita y el paseo regresamos a Villablino.
CASTAÑO MILENARIO DE LA VERDUÉNGANA
DÍA 20: RUTA POR LOS TEJOS DE RIOSCURO
La previsión
de lluvia continúa, pero nosotros saldremos a realizar la ruta. Nos desplazamos
en coche hasta el inicio de la ruta que está a 7 km de Villablino. Nos
preparamos con impermeables, polainas y paraguas y comenzamos la caminata por
una pista que nos lleva hasta las brañas del final del valle.
Después de
recorrer 2 km por la pista llegamos a Brañarronda y nos fuimos adentrando en el
maravilloso bosque de tejos. Entramos en una zona de pequeñas cascadas y
rincones escondidos, trepando por el bosque de majuelos, abedules, mostajos,
acebos, robles, serbales y sobre todo tejos. Primero encontramos ejemplares
pequeños, luego fueron apareciendo los tejos milenarios, alguno de ellos hacen
falta 4 personas para abarcarlo completamente, íbamos pasando de uno a otro sin
parar, no sabíamos cual fotografiar, porque seguían apareciendo tejos a medida
que avanzábamos por el bosque.
Llegamos a
la Braña las Murras y cruzamos el arroyo para continuar por la margen derecha
siguiendo una pista que nos lleva a otra braña y bajando de nuevo hacia el arroyo
llegamos a Brañarronda para volver al coche por el mismo camino de subida.
Recorrido: 8
km con desnivel de 410 m.
Acabada la
ruta, nos desplazamos hasta el pueblo de Sosas de Laciana, nos acercamos hasta
la Lechería la Popular, pero estaba cerrada y no la pudimos visitar. En esta
lechería se fabricaba la mantequilla que luego se vendía en un famoso comercio
de la calle Alcalá de Madrid llamado Mantequerías Leonesas.
Muy cerca de
la lechería está el Mesón Campillo donde comimos. Un gran local de madera y
cristal con una excelente comida y un magnífico trato. Como siempre, salimos
contentos y tratamos de dar un paseo por el pueblo, pero seguía lloviendo.
Nos fuimos
en coche al cercano pueblo de Lumajo para ver su cascada, pero antes fuimos
hasta el pueblo, dimos una vuelta y como seguía lloviendo nos refugiamos en el
portal de la iglesia para resguardarnos de la lluvia. Empezamos charlando y
terminamos cantando y bailando, las cosas que hace el vino.
Acabada la
fiesta fuimos a ver la preciosa cascada de más de veinte metros de altura y que
tenía algo de agua gracias a las últimas lluvias.
Desde aquí
regresamos a Villablino.
DÍA 21: RUTA POR EL HAYEDO DE MOAL
Hoy nos
desplazamos hasta el pueblo de Moal situado en Asturias, en el Parque Natural
de las Fuentes del Narcea. Recorremos 45 km en coche.
Otro día con
previsión de lluvia, nos preparamos para recibirla y a caminar y disfrutar del
bosque de hayas. Cruzamos el río Muniellos por un puente y seguimos caminando
por una pista forestal que atraviesa el bosque paralela al río. Al cabo de un
kilómetro deja el río Muniellos y continúa por el Reguero Fondesa, la pendiente
de la pista se va haciendo más pronunciada. Empiezan a aparecer grandes hayas,
praderas de helechos, no paramos de hacer fotos.
Se termina
la pista y seguimos ascendiendo por un sendero hasta el mirador de Montecín,
desde donde podemos admirar las vistas del valle con el pueblo de Moal y más
arriba el pueblo de Oballo donde iremos a comer.
Regresamos a
retomar una pista que nos introduce en otro hayedo, el bosque de Munco.
Volvemos a disfrutar de las enormes hayas hasta llegar al collado de Munco,
donde empezamos una fuerte bajada hacia el pueblo de Moal.
Recorrido: 8
km con desnivel de 460 m.
Montamos en
los coches y nos desplazamos 3 km hasta Oballo donde está el restaurante
Fordaliz donde vamos a comer. Otro excelente edificio con buenas vistas en un
pequeño pueblo. Aquí teníamos reservado un menú de codillo, excelente comida,
pero el codillo era asado y estaba un poquito seco, lo regamos con buen vino y
todo arreglado.
Después de
comer nos fuimos a visitar Cangas de Narcea. Nos dimos un paseo por el “Prau
del Molin” con un monumento a los tiradores de cohetes, el puente romano y la
capilla del Carmen. Cruzamos el puente colgante y visitamos la Basílica de
Santa María Magdalena, paseamos por sus calles y para terminar fuimos a beber
unas sidras a la Sidrería Narcea.
Regresamos a
Villablino.
DÍA 22: PIORNEDO Y BALOUTA
Hoy estaba prevista
una caminata para subir al pico Miravalles desde el Puerto de Ancares y bajar
hasta Balouta para comer. La previsión daba un poco de lluvia y viento. Nos
armamos de valor un día más y nos fuimos al Puerto de Ancares, según nos
acercábamos veíamos que las nubes estaban tapando el Miravalles, cuando
llegamos al puerto el viento no nos dejaba abrir las puertas del coche.
Lloviznaba y había un fuerte viento que no nos dejaba caminar, no hubo que
hacer asamblea, nos volvimos al coche y nos fuimos de turismo a Piornedo en los
Ancares de Lugo.
Paseamos por
el pueblo y visitamos la palloza museo Caso do Sesto donde enseñan como se
vivía en esas construcciones.
Las pallozas
son construcciones circulares de piedra con cubierta cónica de medio metro de
espesor de paja de centeno. Dentro de la construcción la distribución era:
abajo la cuadra de las vacas, encima las alcobas, un pasillo central que daba
acceso a la cocina, el horno, cuadras para pequeños animales, cuartos de
trabajo de los distintos oficios etc.
Terminada la
visita tomamos un café en el bar y nos fuimos a Balouta, recorrimos el pueblo
bajo la lluvia sacando fotos a las pallozas y nos metimos a comer en el
restaurante Miravalles. Otra gran comida a base de platos de la zona, incluido
el pote que nunca faltó. Otro buen restaurante en un pueblo remoto.
Regresamos a Villablino.
PIORNEDO DE ANCARES (LUGO)DÍA 23: TEJOS DE VILLAR DE SANTIAGO
Las
previsiones del tiempo seguían dando lluvia y viento, esto nos obligó a
cancelar una ruta de alta montaña y buscar otra más accesible. Siguiendo las
recomendaciones de Geles, la recepcionista del hotel, preparamos una ruta por
los tejos de Villar de Santiago a 9 km de Villablino.
Empezamos la
ruta en el pueblo, bajando hacia el río para ir hacia la Braña de San Justo,
después de caminar poco más de un kilómetro, había un cruce con dos pistas
paralelas, una hacia arriba y otra hacia abajo, tomamos la pista que se veía
mas marcada y que iba ascendiendo. Después de recorrer algo mas de 1 km, me di
cuenta de que seguía subiendo, no me gustó la dirección que tomaba la pista,
miré el GPS y vi que habíamos tomado la pista equivocada, ésta nos llevaría a
la parte alta de las brañas y nosotros teníamos que entrar por la parte baja
para ver los tejos. Paré al grupo y desandamos el camino hasta el cruce que
habíamos dejado abajo.
Por la nueva
pista nos fuimos adentrando sin subir ni bajar, paralelos al río Bayo hasta
llegar al Arroyo de San Justo, aquí empezamos a remontar el arroyo en busca de
los tejos. Pasamos la ermita de San Justo y continuamos hacia arriba, la lluvia
continuaba, pasamos las Brañas de San Justo y del Teixo y nos adentramos en el
bosque ya sin senda marcada y con bastante barro.
Solo
habíamos visto algún tejo joven y teníamos que seguir subiendo en busca de los
grandes tejos. A las 12 h nos protegimos de la lluvia bajo el techo de una
construcción y decidimos dejar la búsqueda de los tejos y regresar hacia los
coches.
Al pasar al
lado de la Ermita de San Justo paramos para verla. La ermita fue reconstruida
por los vecinos del pueblo y según la tradición alberga los restos de un santo
ermitaño que vivió allí, a su muerte encontraron un papel en su mano en el que
había escrito que era un príncipe persa que se había retirado allí a orar.
Tras la
visita a la rermita regresamos a los coches, paramos en el hotel a cambiarnos
la ropa húmeda y nos fuimos a comer.
Recorrido: 13 km con desnivel de 650 m incluido el tramo extra.
DÍA 24: HAYEDO DE MONASTERIO DE HERMO
Como todos
los días la previsión del tiempo da lluvia, ya nos da igual, después de
desayunar montamos en los coches y de nuevo nos vamos al Parque Natural de las
Fuentes del Narcea, hoy haremos una ruta circular por el hayedo de Monasterio
de Hermo.
Nada más
pasar el túnel del Rañadoiro, al llegar al pueblo de Rengo se toma una carretera
que sale a la derecha y nos introduce por el valle del río Narcea hasta el
pueblo de Monasterio de Hermo. Se cruza el pueblo y se sigue un km por la pista
minera asfaltada, aparcamos los coches y comenzamos la caminata, tomamos una
pista de tierra que sale a la derecha, cruza el río y comienza una ligera
ascensión, entre hayas, hacia la braña de la Revechada.
Cruzamos la
braña y continuamos por una senda que serpentea entre las hayas, hasta otra
braña. A partir de aquí caminamos por una pista que continúa por el bosque
hasta la braña de Narcea donde está el nacimiento del río del mismo nombre.
Los hayedos
este año los hemos encontrado bastante verdes, como no ha hecho frío, no han
empezado en ciclo del otoño, de todas formas disfrutamos paseando por un
entorno tan espectacular.
La lluvia
seguía cayendo y tras las fotos en la braña, seguimos la ruta por una pista
asfaltada de regreso al pueblo. Esta pista la hicieron para sacar el carbón de
las minas de este valle.
Recorrido: 9
km con desnivel de 360 m.
Un poco más abajo de Hermo está el pueblo de Gedrez donde paramos a comer en el
restaurante Funsiquín, comida casera de gran nivel y un trato excelente.
Regresamos a
Villablino.
DÍA 25: HAYEDO DE LA ENRAMADA Y BRAÑA DE MUMIAN
Para no
variar, la lluvia sigue presente. Nos desplazamos en los coches hasta el pueblo
de El Coto en el Parque Natural de Somiedo.
La idea era
hacer una ruta circular, comiendo en el campo, desde El Coto, subir por el
hayedo de la Enramada hasta la braña de Mumian, seguir la ascenisón hasta Peña
la Franca y luego bajar por el valle de Sousas hasta El Coto.
Empezamos la
marcha cargados con la comida y bebida, por si el día mejoraba, cruzamos el
bonito pueblo de El Coto y nos adentramos por una pista en el hayedo de la
Enramada que ya empiezan a tener ligeros toques de color ocre.
Después de
recorrer 3 km y ascender 400 m salimos del hayedo y nos adentramos en la braña
de Mumian. Es una pradera de alta montaña con varias chozas de piedra y tejado
de paja. Cruzamos la braña entre vacas con dirección a la Peña de Gúa, llovía y
hacía algo de viento, pero al asomar a un collado el viento soplaba con tal
fuerza que nos tiraba al suelo. llevábamos recorridos 5 km y estábamos a una
altura de 1.500 m, Teníamos que subir cresteando por la montaña hasta los 1.850
m, nos pareció una locura seguir la ruta planteada. Decidimos no hacer la ruta
circular por el mal tiempo y regresamos por el mismo camino de subida hasta los
coches.
Recorrido:
10 km con 680 m de desnivel.
A las 13 h estábamos en los coches, como la lluvia nos impedía comer en el campo decidimos llamar al restaurante El Campillo de Sosas de Laciana para ver si nos podía dar de comer al grupo. Tuvimos suerte y allí nos fuimos los 14 a disfrutar por segunda vez su excelente comida. No fuimos capaces de terminar todo lo que nos sirvió, estaba todo riquísimo.
DÍA 26: REGRESO A MÁLAGA
Hoy, con
tristeza, nos toca abandonar esta zona de León donde hemos disfrutado de
bonitos paisajes, magnífica comida y la grata compañía de este grupo
excepcional.
Cargamos las
maletas en los coches y a las 9 h nos ponemos en marcha hacia León. Entregamos
los coches de alquiler y a las 13,45 h montamos en el AVE con destino a Madrid
primero y luego a Málaga.
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