Vereda del Faro. 20 de abril de 2021
Participantes: Dolores, Pilar, Aurora, Lucía, Paco, Manolo, Luci, Lili, Antonio y Jesús
Distancia recorrida: 7 km
Desnivel acumulado: 460 m
Cualquiera que lea el encabezamiento de la excursión pensará. ¡Bah! Estos veteranos cada vez con excursiones más pequeñas. Y es verdad, esta rutita es cortita. Pero fuimos a disfrutar, la montaña para nosotros no es un gimnasio. Y a fe que disfrutamos.
La ruta discurre por la parte baja de la Sierra Blanca, en los alrededores de Marbella, pasando por Puerto Rico Bajo, Puerto Rico Alto, puerto del Pino, vertiente de la Laja, puerto de las Pitas, mirador de los Gitanos, puerto Santillana y la Montúa.
La caminata se tomó con calma y con muchas paradas en las que Dolores nos iba explicando distintos aspectos de los lugares por donde pasamos.
Supimos de la existencia de la fuente Nuestra Señora de la Paz, con su manso chorrito, al final de la cañada de Cabañiles.
Nos explicó donde estaba una fundición cuyo hierro se empleó en las atarazanas de Algeciras, ya en el siglo IX, y cómo se trasportaría el mineral, quizá desde el Peñoncillo, hasta Puerto Rico, por la zona llamada Cabañiles, llamada así porque por ella pasarían las recuas de las caballerías.
Estuvimos en el manantial de Puerto Rico Alto cuya abundante agua sería la razón de la instalación de la fundición. El agua se aprovechó más tarde para el riego de los llanos de Puerto Rico y del Chumbar, recogiéndola en una alberca de macizos y enormes muros, y hoy se canaliza como agua de boca para Marbella. Tuvimos información de los últimos encargados de la finca de Puerto Rico y de su dedicación a la agricultura y la ganadería, con Cristóbal y su madre, y nos acercamos a la confluencia de las aguas del manantial con las de la cañada de Puerto Rico para dar nacimiento al arroyo o río Puerto Rico. Arroyo que nace y se encajona en la preciosa garganta del Cañajón.
Dolores nos hizo llegar las peripecias del trazado y ejecución de la recuperación de la senda Vereda del Faro, la primera senda que limpió la asociación Mujeres en las Veredas.
En el puerto del Pino, sobre la loma de la Caseta, recibimos una magistral lección de geografía de los valles de la Laja y de Puerto Rico, antes de bajar al cauce de la vertiente de la Laja para descubrir el chorrillo de agua que va por el umbroso cauce a formar una pequeña cascadita y una poza fresca y apartada, idílica en su entorno.
En el puerto de las Pitas la lección de geografía versó sobre el valle de los Monjes, las lomas del Lobo, lomilla Larga, cuerda de la Matilla del Viso con el picacho de los Monjes, y alta cordillera que delimitan el valle con las múltiples cañadas que se unen para formar la cañada de los Monjes primero y el río Guadalpín después.
Supimos la razón del nombre “del Faro” y de su picacho en esa zona, visitamos el Pilancón del Faro, utilizado por la gente de la sierra como agua para beber durante siglos. Disfrutamos de las magníficas vistas del mirador de los Gitanos.
Finalmente, desde el desmonte de la Montúa, bajamos a la confluencia de las aguas de la vertiente de la Laja con el arroyo Puerto Rico, antes de llegar de nuevo a los coches.
El recorrido discurre entre alto matorral y pinar, mucho tiempo a la sombra, y siempre aromatizado por el abundante mirto.
¿Se necesita caminar más y hacer más desnivel para disfrutar más? Pues no.
Terminamos, como ya es costumbre y tradición, con una cervecita y unos aperitivos, en esta ocasión de boquerones en vinagre, ensaladilla rusa y carrillera, en el bar del polígono industrial de Monda. Con la agradable sorpresa de que había sido el cumpleaños de Luci y tuvo la gentileza de invitarnos. ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES, LUCI!!!
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