Participantes: Paco Ponferrada, Carlos, Miguel de Alhaurín, Enrique, Manolo, Paco Hernando, Victoria, Antonio de Fornes, Antonio Usieto, Ricardo y Jesús.
Distancia recorrida: 17 km.
Desnivel acumulado: 1400 m.
Desayuno en el Cruce del Trapiche. Pitufos con aceite, tomate, jamón, a 2,80€. No está mal de precio.
Subimos a Alcaucín por la
carreterita de la cantera y aparcamos en el cementerio. Esta entrada es muy
cómoda porque no hay que entrar en el pueblo.
Partimos del cementerio, por el
carril que sube detrás de los corrales, para tomar la vereda de la Cueva del
Moro que sigue, aproximadamente, la cresta que separa los barrancos de las
Esperilla al sur y de la Cueva del Moro al norte.
La senda está muy bien trazada y
gana el imponente desnivel de la ladera mediante zigzags, vueltas y revueltas.
Esta senda no se ha tocado desde hace muchos años. Ahora la tenemos llena de
piedras y tierra y con la vegetación invadiéndola en muchos sitios. Sería una
pena que la senda se perdiese con lo bien trazada que está para hacer la subida
cómoda. Va toda ella por pinar de pino carrasco y, cuando los pinos lo
permiten, tenemos unas vistas muy bonitas de todo el oeste con la mesa de
Zalía, las crestas de Zafarraya, Camarolos… y los blancos pueblecillos de la
Axarquía que van apareciendo paulatinamente, primero los más altos, como
Comares, y después los más bajos como los Romanes y Benamocarra.
En el Portichuelo nos reagrupamos
e hicimos la primera parada para beber porque la mañana era cálida. Ricardo
preguntó si subíamos monte a través por el cortafuegos a la loma de la Abuela y
al Torrecilla. Menos mal que no se atendió su sugerencia. Bastante teníamos con
el desnivel, casi 1000 m, para añadir además la incomodidad de las piedras y la
maleza.
Por la zona del Matorral cruzamos
el barranco de las Adelfas para llegar al descansadero Altero donde nuestra
senda toca el carril del collado del Aguadero. Dejamos el carril para otra
ocasión y continuamos por la senda que sube por la cresta hasta desembocar en
la senda del collado del Aguadero a la Torrecilla.
Iniciamos la subida a la
Torrecilla sin descanso alguno. La sendilla a la fuente de la Colmena está
limpia y al parecer más usada que la que sube a la Torrecilla. Como la cuesta
es larga paramos de vez en cuando para contemplar el panorama del Alcázar, de
los tajos por encima de la zona de acampada y de toda la vista al norte, hacia
Zafarraya.
En la Torrecilla paramos a
reagruparnos y como la vista es tan bonita, aunque temprano hicimos el Ángelus
en ese balcón tan extraordinario. La mañana estaba tranquila, con una brisilla
más bien fresca. Sólo unos nubarrones importantes se iban formando por encima
del pico de la Tejeda.
La sendilla al puerto del Pico,
nuestro siguiente objetivo, está perfectamente señalada con mojones de piedra
que nos llevaron a cruzar el barranco de los Polvijeros y subir por la ladera
norte de los cerros al puerto del Pico donde paramos un poquito a reagruparnos.
La bajada por el Encadenado se
hizo sin ninguna incidencia. Señalar que, por debajo de la senda, poco antes de
cruzar el barranco Llano, aparece un manantialillo con un hilillo de agua. En
el puerto de los Charcones tomamos la senda para bajar al barranco de los Tajos
Lisos. La senda ha sido limpiada y acondicionada estupendamente. Era un
completo aulagar que en algunos puntos cubría completamente la senda y ahora
está limpia e incluso las piedrecillas han quitado. Al llegar al barranco de la
Cueva del Agua lo cruzamos para iniciar la subida al puerto de la Zorra. Pues
bien, esa senda también ha sido limpiada y acondicionada facilitándonos
muchísimo la caminata.
En el puerto de la Zorra paramos
a almorzar. Se prepararon ensaladas y chacinas que sirvieron de aperitivo,
mientras, Paco sacó una botella de gazpacho fresquito que nos supo a gloria y
María Victoria preparó un salmorejo con su huevo duro y su tortilla de patata,
además de boquerones en vinagre. Antonio aportó unas patatas de feria con
anchoas y con las chacinas y ensalada de aguacate tuvimos un aperitivo que fue
más bien una comida completa. Pasó después una excelente tortilla de habas y
calabacín, filetillos tiernos, asadura, pollo, arroz, lomo… Claro no pudimos
con todo. Sobró casi para otra comida. De vinos estuvimos bien servidos.
Después de haber dejado 3 botellas en los coches, aún hubo un blanco de
Granada, un Bancal de Antonio, un Ribera, un Toro, uno de la Mancha y otro de
Valencia.
Salimos del collado de la Zorra
reconfortados y descansados. Cruzamos debajo de la cueva de los Carneros y en
el Atalayón nos hicimos la tradicional foto de grupo. La tarde estaba calurosa,
se agradecía la sombra del pinar hasta que a la salida del parque se terminó.
Tomamos la Gran Senda de Málaga
hacia Alcaucín, por encima de los hoyos de Sopa y luego, para evitar la gran
vuelta que da el carril, bajamos por un olivar a la entrada de la cantera. Un
paisano que tenía allí su cortijo ofreció agua fresquita que a algunos les vino
de maravilla porque todos íbamos más bien justitos de agua en la calurosa
tarde.
No nos pusimos de acuerdo dónde
tomar el refresco final. Unos fueron a la venta que hay a la entrada de
Alcaucín mientras otros bajamos a Puente Don Manuel. Todos nos refrescamos
antes de emprender el corto trayecto a casa.
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