miércoles, 20 de marzo de 2013

20/3/2013 EL ALCÁZAR - LA MAROMA

Como hacía tiempo que no subíamos a la Maroma, nuestra montaña sagrada, decidimos hacerle hoy una visita, nos recibió cabreada, supongo que por tenerla tanto tiempo olvidada. Llegamos a la cima entre la niebla, con 1º C. de temperatura y un viento tan fuerte y tan frío que no paramos mas que lo justo para sacar la foto y salir corriendo para abajo.
Según íbamos bajando paraba el viento y subía la temperatura, el resto de la ruta hasta el Alcázar ya fue mas agradable, se fueron las nubes y el sol nos quito el frío del cuerpo. 
Habíamos quedado con Pedro para comer en el Alcázar, pero nos llamo para que fuéramos a comer a su casa porque tenía la chimenea encendida y se estaba mejor que aguantando el viento en el Alcázar.
Había preparado unas migas que nos supieron a gloria. Dimos buena cuenta de las migas, la ensalada y de los postres preparados por Puri y por María Victoria.
Pasamos un final de ruta fantástico al amor de la lumbre de la chimenea. Pedro nos trata demasiado bien,  hemos decidido hacer todas las rutas por esa zona para terminarlas en su casa.

INICIANDO LA SUBIDA

EN LOS CASTILLONES

LA NIEBLA INVADÍA LAS ALTURAS


LA NIEBLA CON EL VIENTO SE HIELA EN LOS ARBUSTOS

AGUANTANDO EL FRÍO Y EL VIENTO EN LA CIMA 


LAS CABRAS NOS MIRAN SI INMUTARSE

COMIDA EN CASA DE PEDRO


2 comentarios:

  1. Poco que añadir a la magnífica descripción que hace nuestro amigo Manuel en el blog, pero aprovechar la ocasión que me ofrece este medio para agradecer a Pedro y a Pura, su esposa, la generosa hospitalidad con la que nos acogió en su casa y además nos prepararon unas migas, que bien por el hambre que traíamos, bien porque las migas estaban muy buenas, nos pareció, junto con una excelente ensalada, que estábamos en el mejor de los restaurantes. Un día que, olvidando el viento y el frío de la mañana, nos resultó con el mejor fin que podíamos desear. Gracias amigos por vuestra generosidad.

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  2. P.D. Con las bullas se me ha olvidado poner mi nombre al final, aunque no es lo más importante, lo importante es el grupo: Mª Victoria con su magnífico pastel y sus exquisitos platos, Antonio con su buena costumbre de atendernos en el servicio del vino y sus agradables bombones, Manuel con la estupenda chacina y no menos cecina de León, y del resto del grupo, que aunque ese día no pudieron venir, Pepe, Jesús, Juan, si nos acordamos de ellos y esperamos que pronto estemos de nuevo en la montaña.
    Un fuerte abrazo para todos.
    Paco

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