Recorrido 16 km con desnivel acumulado de 1.000 m.
Quedamos a las 7 en Velez y tuvimos dos bajas, Pepe que no apareció y desconocemos las causas y Juan que no vino por tener problemas en la uña del dedo gordo del pie.
Nos fuimos a Ventas de Zafarraya a desayunar y después del café y las tostadas nos fuimos hacia el Robledal, la temperatura aquí era mucho mas baja que en Velez, nos abrigamos y empezamos la subida.
Al llegar al mirador nos quitamos algo de ropa, porque se notaba la subida y el sol que ya calentaba.
Cuando llegamos a las Loberas dejamos la senda e hicimos una variante campo a través para ir hacia el tajo "Volaeros".
Recuperamos la senda y continuamos hasta la Maroma. El día estaba completamente despejado en la Sierra pero se veía la niebla en la costa y en el interior en los valles de Alhama.
Por encima de las nubes que estaban pegadas al mar, se veía claramente la cordillera del Atlas en Marruecos.
Disfrutamos de las vistas, tomamos el Ángelus e iniciamos la bajada por la cuerda que va hacia los Tajos del Sol sin pasar por el Tajo "Volaeros".
Cuando llegamos la mirador superior decidimos abandonar la senda y bajar por la cresta hasta el mirador inferior. Continuamos la bajada y nos desviamos hacia los Barracones para ir hasta los coches.
Habíamos quedado con Pedro Aguilar a las dos y media para comer y apareció con la gorra llena de setas.
En una mesa colocamos las viandas, los vinos, el cava, los orujos y los postres y dimos buena cuenta de todo, disfrutando de la buena comida, el excelente tiempo y la amena charla.
Rematamos el día tomando un café en la Alcaicería.
Recuperamos la senda y continuamos hasta la Maroma. El día estaba completamente despejado en la Sierra pero se veía la niebla en la costa y en el interior en los valles de Alhama.
Por encima de las nubes que estaban pegadas al mar, se veía claramente la cordillera del Atlas en Marruecos.
Disfrutamos de las vistas, tomamos el Ángelus e iniciamos la bajada por la cuerda que va hacia los Tajos del Sol sin pasar por el Tajo "Volaeros".
Cuando llegamos la mirador superior decidimos abandonar la senda y bajar por la cresta hasta el mirador inferior. Continuamos la bajada y nos desviamos hacia los Barracones para ir hasta los coches.
Habíamos quedado con Pedro Aguilar a las dos y media para comer y apareció con la gorra llena de setas.
En una mesa colocamos las viandas, los vinos, el cava, los orujos y los postres y dimos buena cuenta de todo, disfrutando de la buena comida, el excelente tiempo y la amena charla.
Rematamos el día tomando un café en la Alcaicería.
LLEGANDO A LA MAROMA
LA CIMA
ENCIMA DE LOS TAJOS DEL SOL
ADMIRANDO EL PAISAJE
ALHAMA CON LAS NIEBLAS AL FONDO
BARRANCO DE LOS PRESILLEJOS
VINOS, CAVA Y BOMBONES
EL RESTAURANTE EN PLENA NATURALEZA