Paricipantes: Ángel, Victoria, Antonio Usieto, Rafa, Miguel G, Manolo, Paco Hernando, Antonio de Fornes y Jesús.
Distancia recorrida: 16,5 km
Desnivel acumulado: 440 m
Desayuno en la venta de la Laja, la del Navasillo estaba cerrada. Excelentes y contundentes rebanadas, con aceite y mantecas blanca y colorá. A 3€. Paco Hernando tuvo el detalle de invitar al desayuno por su cumpleaños. ¡¡¡FELICIDADES PACO ¡!! Y muy agradecidos.
Desde la venta de la Laja
entramos por Conejeras, por el camino principal de los Quejigales, para
abandonarlo al cruzar el arroyo Fuenfría donde tomamos el carril que siguiendo
el arroyo llega a la zona de la Fuenfría por un excelente carrascal. Paramos en
la Fuenfría donde Ángel nos hizo una primera ilustración de los restos de
construcciones, de la toma del agua para Ronda y del bandolero Flores.
De la Fuenfría sube el carril, ya
en peores condiciones, al puerto del Robledal, donde dejamos el valle de la
Fuenfría para dar vistas al sur, al valle del Guadaíza. La pista llanea entre
los puertos de Robledal y Orejas del Burro por toda la cabecera del Guadaíza
para luego bajar con una fuerte pendiente en la zona de las Charcas por una
zona pedregosa, difícil. La pista por aquí se puede bajar, pero quizá no subir
porque los coches patinarían.
Llevamos a la izquierda el valle
del Arroyo de la Cruz, hacia el Verde, y a la derecha unas cañadas tributarias
del Guadaíza. Las vistas son magníficas tanto al norte, al Torrecilla, como al
sur, al verde bosque del valle del Guadaíza.
Dejamos el camino de Ronda a
Marbella a la derecha, en la zona de los Majales, que baja por la cresta que
separa los arroyos Guadaíza y Hoyo del Bote, para seguir por el norte de la
cresta de la sierra hacia el puerto de la Refriega donde aparcamos.
La idea de Ángel es que diéramos
la vuelta a la sierra Real, sin subir al pico Plaza de Armas, y luego continuar
con los coches al Castaño Santo y San Pedro-Marbella. Siguiendo sus indicaciones
dejamos la comida en el coche y marchamos sólo con el agua y un poco de Ángelus
por el carril que comienza a rodear la sierra Real por el oeste de los Hoyuelos
y Plaza de Armas. A la derecha llevamos la ladera de las Planillas, abajo, el
Hoyo del Bote con el caserío de las Albarquillas y la casa Hoyo del Bote, donde
está el Castaño Santo, destacando su blancura entre el verdor de la umbría del
Hoyo del Bote.
Dejamos a la izquierda el
carrilillo que sube a Plaza de Armas, con gran pesar de Manolo porque el pico
tiene vértice geodésico, y el que baja a la casa de los Forestales por la
cuesta Colorá. Al lado del carril se ha construido un pequeño almacén,
utilizado por los forestales, en la zona llamada Horno de la Miera de los
Hoyuelos porque aquí había un horno para destilar la raíz del enebro de la
miera; aún se puede ver a la derecha del carril un gran depósito metálico del
horno de destilación.
Atravesamos la cañada de las
Cuevas, con su chorrillo de agua, dejamos a la derecha un carrilillo que baja a
un depósito de agua y helipuerto, para entrar en el valle de la Herrería,
constituido por dos cañadas, la primera la de la Herrería y la segunda la del
Navasillo, tributaria de la Herrería. Llegamos al llano del Navasillo donde
estuvo la majada del Navasillo utilizada por Ángel y su padre. Abajo, en el
arroyo del Hoyo del Bote, el caserío del Corchaíllo.
En el puerto del Navasillo
dejamos el valle del arroyo del Hoyo del Bote para entrar en el del Real. Desde
aquí al puerto de la Talayuela le llaman Hoyo del Real, y en él se tiene una
magnífica vista de Istán al pie de la sierra Blanca primero y luego de Istán
con el embalse de la Concepción debajo.
Al cruzar la loma de los Bancales
entramos en el valle de los Bancales de la Iglesia y del Postuelo, y más allá,
al cruzar la loma del Postuelo en el puerto de la Talayuela, pasamos al valle
del arroyo Balatín. Las vistas al monte de Bornoque y sierras Canucha y Blanca
son extraordinarias.
El carril da un gran rodeo para
cruzar la loma del Castillejo y dar vistas al norte en el valle del arroyo del
Sestillejo. Aún hemos de cruzar los valles de 4 arroyillos para llegar a la
Refriega. En este trayecto se tiene abajo el profundo valle del Verde y sobre
él toda la ladera que sube al Torrecilla cortada abajo por el carril del puerto
de las Golondrinas a Quejigales.
Cuando caminábamos por estos
andurriales un toro apareció en medio del carril. Ángel y Victoria fueron hacia
él, pero el toro no dejaba el carril, sino que seguía por él delante de
nosotros. De vez en cuando Victoria se acercaba, lo echaba más allá, pero allí
seguía el bicho hasta que en una zona llana y húmeda el toro salió a la parte
alta del carril dejándonos vía libre. Tenía una estampa impresionante con unos
cuernos tremendos y perfectos.
Con la excusa del toro apretamos
el paso un poco más y gracias a ello llegamos a los coches sobre las 15,30, un
poco antes de la hora prevista por Ángel. Al lado de los coches plantamos
nuestro restaurante y comimos, bebimos y descansamos de la larga caminata.
Con los coches bajamos a la
fuente del Hoyo del Bote y luego, andando, al grandioso Castaño Santo. La
visión de ese enorme troncazo pagó con creces todos los esfuerzos del día.
Seguramente fueron dos castaños que crecieron juntos y unieron sus troncos,
pero eso no resta un ápice a la magnificencia del castaño. Hicimos un montón de
fotos, cómo no, y después nos sentamos con calma a contemplar ese inigualable
monumento natural.
Continuamos el carril al sur por
debajo del puerto y cresta de las Colmenillas por donde, al decir de Ángel,
pasaba la vía romana de Marbella a Ronda. El carril alcanza la cresta en Venta
Quemada, donde hay un área recreativa. Continúa el carril por la cresta, por
donde debía ir la vía romana, hasta entrar en el arroyo y casa de Meliche. Después
del larguísimo trayecto por carril llegamos a la urbanización Lomas de la
Quinta. Bajamos al Guadaíza y luego lo dejamos hacia el este por unas
urbanizaciones de casas enormes para salir a la carretera de Ojén donde Ángel
tenía su coche. Estas urbanizaciones marbellíes son otro mundo.
Excelente día, nublado,
fresquito, para caminar sin sudar y disfrutar de los grandiosos panoramas
alrededor de sierra Real.
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