Acebuchal-Cortijo Calixto-Venta Panaderos. 9-3-22
Participantes: Pili, Paco Ponferrada, Lucía, Manolo, Antonio Usieto, Lily, Victoria, Antonio de Fornes y Jesús.
Distancia recorrida: 16,5 km
Desnivel acumulado: 845 m
Desayuno en la gasolinera de Nerja. Jesús nos invitó como adelanto de su cumpleaños. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!
El recorrido de hoy era con el objetivo de juntarnos a comer en Venta Panaderos con Mariló Oyonarte, Presidenta de la Junta Rectora del Parque Natural de la Tejeda-Almijara y Roberto Travesí, propietario de Venta Panaderos; Manolo Titos vino con ellos, él fue quien nos sirvió de enlace con Roberto y Mariló. Acudió también Antonio Castillo quien ha dedicado una parte de su vida a las lagunas y fuentes de Sierra Nevada.
Partimos del Acebuchal en una
mañana radiante, sin una nube, sin viento, pero fría, por el conocido barranco
del Acebuchal. Más allá de Venta Cebollero entramos en el barranco Cebollero
para dejarlo poco después y tomar el desvío al cortijo de Calixto. La senda va
por un antiguo carril al barranco del Caballo Blanco. Pronto se termina el
carril y continúa la senda, pasa por las ruinas de una casilla con corral y
poco más arriba se deja la senda para continuar al sur a la cresta donde se encuentra
el cortijo Calixto. Gran cortijo, con varias dependencias, corrales y casitas
anejas, aljibe, era y atanor que traía el agua al aljibe. El cortijo eran
ruinas, pero ha sido rehecho, principalmente el tejado. Tenía una posición
privilegiada en el lomo entre los barrancos de Caballo Blanco y Calixto, aunque
bancales de cultivo había muy pocos y pequeños, sin embargo era el mayor de
toda la zona.
Tiene el cortijo un cerrillo
cercano, al oeste, y hasta el cerrillo llegaba una senda desde la pista de la cantera,
senda cegada por la maleza, pero ahora abierta suponemos para llevar los
materiales de construcción al cortijo. Hemos de explorar la senda antes de que
se cierre.
Del cortijo volvimos a la senda
del barranco del Caballo Blanco para continuarla hacia arriba, senda bastante
bien marcada, aunque no lo bastante para que Jesús la perdiera y tuviéramos que
salir del barranco trepando como cabras a recuperar la senda por la ladera sur
del barranco. En el collado de los Venados nos reagrupamos y de allí a la pista
del collado de Puerto Blanquillo.
Pasado el barranco del Mármol nos
adelantó Sebastián con su todo terreno sin detenerse a saludar. Nos extrañó su
actitud, y más aún cuando al poco rato volvió pista abajo, de frente a nosotros
y tampoco se detuvo. Más tarde supimos que no nos había conocido, que el coche
le comenzó a hacer un ruido, conocido para él, que si paraba el coche ya no
podía arrancarlo. Por eso volvió tan rápido. No quería que tuviera que ir la
grúa a sacarlo de la sierra.
Los barrancos Bartolo y del
Atajo, ambos con su chorro de agua a pesar de la sequía. La Almijara parece que
no se seca nunca.
Llegamos a Venta Panaderos antes
que nuestros colegas granadinos. Exploramos la unión del cortijo al barranco
Bartolo, desde donde tomarían el agua. Llegamos al barranco, aunque la antigua
vereda está imposible de aulagas y zarzas. Parece que esa sería la entrada a
Venta Panaderos.
Mariló nos explicó las
dependencias de la Venta, los habitantes y propietarios que tuvo, las
vicisitudes de los propietarios con los maquis y la Guardia Civil, y el proceso
que ella había seguido para conseguir toda la información sobre la Venta.
Mientras, Roberto, actuando como excelente fotógrafo que es, sacaba fotos por
aquí y por allá.
Con estas historias de la Venta vino
a resultar que uno de Fornes, conocido de Antonio, se casó con una descendiente
de los propietarios de la Venta. También Mariló y Lily tenían amigos comunes y
Antonio Castillo es miembro del CSIC, como Jesús lo fue, así que colegas.
Compartimos comida, bebida y
tartas que habían traído los granadinos, y sobre todo charla y buen humor.
Nos despedimos con la idea de
salir juntos alguna otra vez, bien en la Almijara-Tejeda, bien en Sierra Nevada;
unos echaron senda arriba al puerto de Frigiliana y otros enfilamos hacia el
Acebuchal.
Un día memorable. Ambos grupos
quedamos encantados de habernos reunido en ese punto emblemático que es Venta
Panaderos.
Enlaces para leer las dos partes del libro escrito por Mariló Oyonarte sobre la Venta de Panaderos:
Una casa con alma: esplendor y decadencia de la Venta de Panaderos (I)
Venta de Panaderos Segunda Parte
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