miércoles, 19 de mayo de 2021

18/5/21: Ojén-Puertos de Puzla, Pozuelo, Púlpitos, Juan de Graja-Ojén


Participantes: Lucía, Manolo, Paco, Antonio de Fornes y Jesús

Distancia recorrida: 14,5 km

Desnivel acumulado: 1000 m

 

Poca afluencia en este martes. ¡Qué le vamos ha hacer! Se perdieron una de las rutas más bonitas de Sierra Blanca.

Aparcamos en el Cerezal para quitarnos una subidita desde el pueblo y porque en el Cerezal tienes el sitio que quieres y en el aparcamiento del río Almadán no lo suele haber.

La ruta tiene tres partes que son dignas de pasear: el principio por los bosques de alcornoques y castaños, el trozo entre la fuente del Pozuelo y el puerto de los Púlpitos, y el descenso desde el puerto de los Charcos al Cerezal. Queda además el Llano de la Jarilla con su gran arenal que es también digno de visitar, al menos para los amantes de las plantitas chiquitujas.

El alcornocal tras la casa del Cerezal es muy acogedor, con sus espacios abiertos, sus espaciados alcornoques, su hierba en el suelo. Lo estaban desbrozando dejando toda el área recreativa limpia y dispuesta para su uso.

Cruzamos el túnel bajo la carretera. Siguen los alcornoques que dan paso poco más arriba a los castaños monumentales del Castañar, con el suelo cubierto de helechos como si fuera un paisaje gallego o asturiano. Inmejorable principio para la ruta.

La cañada de la Majá del Herrador es empinada y dura de subir. Tuvimos la suerte de tener un día nublado y con niebla, una mañana fresquita que nos ayudó mucho en el ascenso al puerto de Puzla. Claro, la ventaja del nublado tuvo el inconveniente de que el Llano de Puzla estaba cubierto por la niebla: no había vista alguna. Y en esas condiciones no merecía la pena seguir la senda al collado Nicolás para subir y bajar entre nubes. Continuamos pues por la senda de Miguel Márquez. Esta es la senda tradicional, sin embargo, desde el puerto de Puzla han desbrozado y preparado como senda principal la que sube al puerto Nicolás y la de Miguel Márquez la han dejado con su broza y sus cardos; se sigue bien, sin pérdida, pero no con la comodidad de una senda limpia.

Al llegar a la carretera del Juanar el sol se iba apoderando de las nubes, con lo cual tuvimos la subida al puerto de la Erilla con el sol castigándonos la lomera en esa cuesta sin protección alguna. En el puerto nos reagrupamos e hicimos un temprano Ángelus, más que por comer, por disfrutar de la sombra.

La limpieza de las veredas tiene la ventaja de que también hacen algún arreglo. Gracias a ello tuvimos la sorpresa de la fuente del Pozuelo echando un buen chorro de agua fresca que nos sirvió para refrescarnos por dentro y por fuera.

De la fuente en adelante la senda está parcialmente sombreada con pinos carrascos, hermosos pinos resineros y encinas, así que la subidita al puerto del Pozuelo se hizo sin sentir. Y con muchísimo agrado disfrutamos la senda por el oeste de la loma del Pozuelo, con vistas al monte Bornoque, a la sierra de las Nieves y a la sierra de Istán, y más cerca, ahí abajo, de las cañadas del Altabacal, Calderón e Infierno, con el enorme cerro de la Fulaneja, mientras caminábamos por la sombra de pinos, encinas, enebros de la miera y pinsapos.

En el puerto del Infierno teníamos ante nosotros dos posibilidades: bajar por el puerto de los Púlpitos al Refugio del Juanar, acortando la ruta, o continuar dando la vuelta al cerro de los Púlpitos. Elegimos esta última recortándola desde el puerto de La Palma al carril de los Púlpitos por un roquedo limpio de maleza.

La bajada al Llano de las Jarillas es abrupta y el agua ha destrozado la senda. Hay que hacerla despacio, disfrutando de los curiosos pináculos rocosos de las Agujas de los Púlpitos. En la hondonada del arenal del Llano el sol calentaba de lo lindo y sin un soplo de viento. La anduvimos lo antes posible, no sin alguna paradita para fotografían linarias, silenes y chaenorhinum.

Bajo el hermoso pino del puerto Juan de Graja nos reagrupamos y bajamos a almorzar al pinar de la Manguilla Verdegraja. Un par de cervecitas para abrir boca, con aperitivos de chacina leonesa, y aguacate, tomate y ajobacalao de la Axarquía. Tortillas de Fornes y de atún, ensalada de judías verdes, tomate, huevo duro, ricos ajetes con gambas, y caballa en escabeche. Para este condumio un blanco de Godello, fresco, era lo propio, y allí lo teníamos. Para terminar, como contraste, un musculoso vino de Toro. Faltó el queso, pero Lucía trajo unos deliciosos bombones, muy adecuados para tomar un poquito de orujo.

El olivar del Juanar hay que pasarlo a pelo, con la sombra del sombrero. Por eso se coge tan a deseo la sombra de los enormes pinos resineros del puerto de los Charcos. Y ya por todo el descenso hasta el cerezal tuvimos la sombra de pinos y algarrobos.

Se ha hecho tradición entre los veteranos tomar un refresco después de las caminatas, bien sean de mediodía, bien de día completo, como hoy. Paramos en la cafetería del polígono industrial de Monda, vieja conocida, y en la terraza, al fresco, tuvimos el último rato de relax antes de ir a los coches y a casa. Paco tuvo la deferencia de invitarnos al refresco por su cumpleaños. ¡¡¡GRACIAS PACO!!!


La Ruta



La Casa de Cerezal

Entre Alcornoques
Entre Castaños


La cañada de la Majá del Herrador 




Llegando al Puerto de Puzla
Cañaheja

Por la senda de Miguel Márquez




Subiendo al Puerto del Pozuelo
La fuente del Pozuelo

Las Agujas de los Púlpitos



El restaurante "el pinar"










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