Fábrica de la Luz de Canillas – Puerto Blanquillo –
Cerros Verde y Atalaya – Collado Cavila. 27 de febrero de 2014
HOY TENEMOS DOS COMENTARIOS DE LA RUTA
COMENTARIO DE JESÚS:
COMENTARIO DE JESÚS:
Participantes: Paco Hernando, Paco Aragón, Juani, Pepe, Manolo y
Jesús
Distancia recorrida: 17,3 km
Desnivel acumulado: 1110 m
Desayuno: Pitufos con aceite y cafés variados en Casa Manolo de la
Caleta.
Antes de llegar a la Fábrica Paco Aragón echó todo el desayuno. Problemas
de no conducir los que se marean, que en el grupo de los jubilados hay unos
cuantos. Se ve que ni con la edad nos acostumbramos a las curvas.
El arroyo de la Gallega traía un buen chorro a pesar de los secos
otoño e invierno. Su rumor nos acompañaba hasta que fue interrumpido por los
ladridos de los perros de Paco. No cambian, siempre nos saludan igual.
Dejamos el carril y entramos en el cauce del arroyo de la Cueva
del Melero con su chorrito de agua. Discutimos la posibilidad de subir a la
pista Canillas – Puerto Blanquillo bien por la sendita que antes del Chaparral
sube a unos bancalillos o por la que hay inmediatamente de pasar la cerca del
Chaparral. Nos decidimos por esta última. Atravesamos el Chaparral, saludamos a
los alcornoques y nada más pasar la cerca cruzamos al arroyo a la margen
izquierda. Esta sendita está muy bien conservada y ofrece unas preciosas vistas
sobre el Chaparral, el derruido cortijo de la Capellanía y la ladera derecha
del valle.
Tomamos la pista hacia arriba, pasamos al lado de los pinsapos que
ya están grandes y con fruto y al llegar a la salida de la senda hacia el
collado Solapón decidimos subir y bajar para explorar esa senda que ninguno
habíamos hecho. En siete minutos estuvimos en el collado. Vueltos a la pista
pasamos junto a la Cara del Indio e hicimos el Ángelus en Puerto Blanquillo,
con carne de membrillo casera, tortas veleñas variadas, pasas, dátiles,
higos…había tanto que Manolo ni sacó sus acostumbrados rosegones.
De Puerto Blanquillo hay que tomar una sendita que sube empinada,
no otra que sale llaneando. Pronto la senda se hace más marcada, yendo por la
ladera este de la cresta de la solana del Puerto de Cómpeta, atravesando
algunos puntos estrechos y resbalosos sin mucha dificultad. Sube y baja varias
veces antes de llegar al ya conocido collado Solapón y de allí sube al Cerro
Verde. Para llegar al vértice geodésico hay que dejar la sendita y desviarse
unos metros a la izquierda. Cerro Verde proporciona unas preciosas panorámicas
a los cuatro puntos cardinales. Al norte a la cordillera, al este al Daire y
todas las cordilleritas hasta Navachica, al oeste al arroyo de la Cueva y la
Maroma, y al sur al mar, Patamalara y cerro Atalaya. Tiene además un hermoso
pinar que parece se salvo del incendio.
La senda desciende al collado inmediatamente debajo de cerro
Atalaya y allí llegaba otra desde el oeste. Nos picó la curiosidad y la exploramos.
La senda muere en un cortafuegos recién remozado que muestra la blancura de las
dolomías en la cresta de la Loma de la Gancha. En el mapa vimos después que
siguiendo un poco el cortafuegos la sendita continúa bien a la derecha (norte)
bajando a la fuente de Borriquero, bien a la izquierda, sur, a tomar un
carrilillo. En ambos casos llega a la pista Canillas – Puerto Blanquillo.
Subimos a la Atalaya y a sus pies almorzamos mirando al
Patamalara. Un almuerzo de campeonato: chorizo de León, tortillas variadas,
carne empanada y con verduras, naranjas, mandarinas…todo regado con caldos de
Granada y Extremadura, terminando con el colutorio de Manolo.
Durante el almuerzo el tiempo cambió. Se nubló, se levanto viento
y la temperatura bajó mucho. Eso nos hizo levantarnos y ponernos a caminar.
Pasamos por la ladera oeste del tajo del tío Ramón y bajamos al collado Cavila.
Ya por el carril descendimos a la pista de Puerto Blanquillo que tomamos a la
derecha. En seguida sale, a la derecha también, el carrilillo que debe subir a
la cresta de la Loma de la Gancha, al suroeste de la Atalaya, y a la sendita
que exploramos. Hicimos un visita a la casa forestal de Buenavista y bajamos
por la sendita al área recreativa de la Fábrica de la Luz de Canillas.
Por la mañana un tiempo excelente. Por la tarde con viento fresco.
Excelente compañía, no faltó la charla y el buen humos, como siempre.
COMENTARIO DE PEPE RANEA:
Llegamos al inicio de la ruta tras la infernal carretera de
mil curvas. Subimos entre piedras enormes, resbalosas, donde el agua fugaz se
abre camino amablemente, por el quebrado arroyo, entre adelfas gigantes y
flores blancas del durillo. El enorme pino y el blanco chopo gustan de unir sus
ramas en sombra hospitalaria. Los cuidados nogales de un cortijo y sus perros
vocingleros; castaños y gigantes alcornoques. Variamos la senda y aliviamos la
subida de puerto Blanquillo. Siguiendo la estela de nuestro jefe impávido, que
ni apoyo bastonil precisa, escalamos las cumbres del Verde y la Atalaya.
Por mi edad, que nunca para quieta, que ya casi mi
decimocuarto lustro ha completado, nombré a Jesús simposiarco o juez de la
bebida, que llenó a rebosar las bien pulidas copas, mientras el viento Noto
esparcía por el aire su cuenco gigantesco de perfumes de lavanda y tomillo.
También por mérito de edad, a vosotros, de mis amigos los
primeros, con quienes tantas veces quebré la lentitud de las jornadas os regalo
un consejo:
SUBIENDO POR EL ARROYO DE LA CUEVA DEL MELERO
CRUZANDO EL ARROYO, PASADO EL CORTIJO DEL CHAPARRAL, PARA INICIAR LA SENDA QUE PASA POR ENCIMA DE LA CUEVA HASTA EL CARRIL DE BARRIQUERO
EL CORTIJO DEL CHAPARRAL Y LOS TAJOS DE LA CHAPA DESDE LA SENDA
PEPE EN LOS PINSAPOS
PACO Y JUAN EN LOS PINSAPOS
POR LA SENDA HACIA EL CERRO VERDE
VÉRTICE GEODÉSICO DEL CERRO VERDE (1.326 M)
DESCANSANDO EN LA ATALAYA
JESÚS Y LA MAROMA DESDE LA ATALAYA
MANUEL Y LA ALMIJARA DESDE LA ATALAYA
LOS VINOS Y EL LUCERO
COMIENDO A LOS PIES DE LA ATALAYA
LOS RICOS TOMATES DE JESÚS
PACO EN EL BALCÓN DEL RESTAURANTE
CASA BUENAVISTA EN LA MONTOSA
Maravillosa caminata esta subida a los cerros Verde y Atalaya, en la grata y sabia compañia de los veteranos de Vinoteca andarina,por losmagnificos itinerarios de la Almijara.
ResponderEliminarMuchas gracias veteranos por un día estupendo.
Juan Pérez