Ruteros: María Victoria, Pepe, Antonio, Paco, y Manuel.
Iniciamos la ruta en la Hoya de la Mora, subimos al Veleta, bajamos hacia el refugio de la Carihuela y nos dimos un paseo en altura hasta las lagunas del río Seco, donde comimos.
La idea era entrar por el Veredón superior al Corral del Veleta, subir al Cerro de los Machos y luego subir al Veleta. Hacía un fuerte viento y vimos salir del Veredón a un par de montañeros que se habían dado la vuelta por el viento, así es que decidimos modificar la ruta para darnos la vuelta cuando el viento impidiese la ascensión.
Aunque había zonas con fuertes rachas de viento pudimos coronar el Veleta y darnos el paseo por la cara sur que estaba mas protegida del viento.
Recorrido 23 km. Desnivel acumulado 1.150 m.
Comentario del inspirado y poético PEPE:
SUBIDA AL VELETA
Fuimos al
Veleta en el coche de Victoria, siempre generosa. Nos llevó y nos trajo el
amable Antonio, de manos de seda. Cuando despunta el sol, desvelando la sierra
con sus rayos, subimos al Cielo por el lomo arqueado de los montes. Intentamos
acompasar nuestros pasos al viento siguiendo el derrotero que el viento y
nuestro jefe van marcando, no obstante, su violencia no mengua el brío de
nuestro ánimo ni altera nuestras fuerzas. Unos buitres trazan con su vuelo
reposado dibujos caprichosos por el haz del cielo. Unas cabras monteses cruzan
con indolente paso el ancho llano. A la hora de comer, una reflexión: antes de
conocer qué vas a comer y beber deber examinar con quién comes y bebes. Comer
sin un amigo es vivir la vida del lobo. Otra reflexión: cada día de montaña
escoge una regla y ajusta a ella el día. Verbigracia: la ruta es la misma para
todos; el paso es de cada uno. Otra: nadie se preocupa de vivir bien, sino de
vivir largo tiempo. Tú, montañero, ocúpate de vivir bien, lo del tiempo es cosa
del Pájaro Loco. Ahora escucha el consejo de Manuel, El Poderoso, al montañeroaflgiidoporlaaltura:
“Ponte en pie, aspira fuerte y, si puedes, remonta esta cuesta de una
alentada”. En cuanto a mi, eldelasrodillasrotas,
Manuel se me pegó a la espalda, me dio su pincho y su amistad, y me llevó hasta
donde el ínclito jefe que, oteando desde su atalaya natural, nos esperaba a
medio camino. Bajando en coche la noche se iniciaba reteniendo el creciente
cuerno de la Luna
en el velo de una nube. La última: según la Historia , a la reina de los partos nadie podía
saludarla sin un regalo. Así que de ti, Victoria, no puedo despedirme de balde:
que mi aliento montañero te acompañe en la subida a los Anapurnas; “guachi pei” (buena suerte en nepalí).
Ya en Vélez,
el amado jefe, extremoso en su amistad, me llevó hasta el ascensor.
EN LA VIRGEN DE LAS NIEVES
CUMBRE DEL VELETA (3.394 M.)
HACIA LA CARIHUELA
REFUGIO DE LA CARIHUELA
EL MULHACEN AL FONDO
UN DESCANSO EN EL CAMINO
HACIA LAS LAGUNAS DEL RIO SECO
LOS VINOS PARA CELEBRAR EL BAUTISMO DE LOS 3.000 M DE ALGUNOS INTEGRANTES DEL GRUPO
COMIDA
LA PUERTA
BAJANDO DEL VELETA
Conseguimos coronar el Veleta y si no hubiese sido por el fuerte viento subimos al Mulhacen, pero eso queda para cuando vuelva de mi viaje.Esta subida me vino muy bien para ir adaptándome a la altura, aprendí mucho y me dí cuenta que es fundamental ir despacio, estar concentrado y respirar por la nariz. Os echaré de menos en los ANAPURNAS.Gracias por haber preparado esta salida pensando en mí.
ResponderEliminarUn cariñoso apretón