Ruteros: Mª Victoria, Antonio, Juan, Pepe, Paco y Manuel.
Distancia: 16 km. Desnivel acumulado: 590 m de subida y 700 m de bajada.
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NOTA DE PEPE:
Salimos de Frigiliana a las 8:30. Llegamos al Acebuchal y subimos por el arroyo camino de venta Cebollero/a (no está definida sexualmente).
Antes se nos ocurrió investigar una vereda que iba en la misma dirección. La investigación de veredas nuevas es nuestra especialidad. Algunas veces acertamos, esta vez no. Al final llegamos a puerto Blanquilla/o (tampoco está definido sexualmente) con algunas condecoraciones en brazos y piernas. Bajamos al Higuerón a la altura del helipuerto y depósito contra incendios y repusimos fuerzas y agua. Empezamos a bajar el Higuerón. Al poco rato el río se puso imposible. Subimos por la margen derecha y seguimos subiendo. Había una vereda que subía y otra que bajaba. Cogimos la que no era y vuelta atrás. (En esto de los viajes montañeros tú no puedes calcular bien las fuerzas. Tienes que echar siempre como el doble porque después pasa lo que pasa).
El descenso por el Higuerón fue un flipe.
Como diría el poeta: estiramos los pies en el frescor del río y comimos y hablamos disfrutando de la mutua compañía, que esto es la cima; abajo está la muchedumbre que como puede, vive.
Al final, Frigiliana, cerveza reparadora y a casita más a gusto que un arbusto.
Antonio pierde su gorra, Victoria nos trae tiramisú, Juan por fin acierta con comida que no vuelve entera, Pepe con bota buena para pie tan malo, y Manuel discute al satélite, que se pierde en los barrancos, mientras el capitán juega con los senderos huyendo del agua del Higuerón, al que finalmente cae, con Mª Victoria.
ResponderEliminarA falta de imágenes que gusten a un inglés (ver comentario de la semana anterior), esa fue nuestra ruta divertida, novedosa y atrevida. Hartos de subir por los fondos del Acebuchal buscamos las altas sendas perdidas para luego bajar a la junta de los nacimientos, al pie del Cisne que asusta.
Lo demás fue agua, mucha agua saltando entre riscos que algún cateto, yo, aún no conocía. Maravilla de la Almijara.
Hola, estoy haciendo pruebas
ResponderEliminarBueno lo he conseguido, o mejor dicho ha sido Juan, que me ha dado una clase magistral por teléfono y me ha convencido que tenía que cambiar de navegador a pesar de mi oposición.
ResponderEliminarHe escrito varias veces y nunca he podido editarlo y, como comprenderéis, me daba mucha rabia.
Bueno quiero deciros que es un placer leer vuestros comentarios porque te hacen vivir de nuevo los ratos tan agradables que compartimos todas las semanas en la sierra, además de estar muy bien escritos.
Por cierto Pepe, ¿Quién es el poeta que escribe esos versos tan bonitos?
Besos montaneros.
Mª Victoria