jueves, 30 de enero de 2025

MIÉRCOLES 29 DE ENERO DE 2025: CERRO SILLETA

Participantes: Fini, Antonio Muñoz, Pili, Paco Ponferrada, Lily, Antonio de Fornes, Antonio Usieto y Jesús

Distancia recorrida: 13,5 km

Desnivel acumulado: 700 m

Desayuno en el hotel-restaurante Boabdil. Camarero desagradable que no acertó con casi nada de los que se le pidió. ¡Qué diferencia con el que nos atendió hace un par de sábados! A 3,50.

Con caminatas los miércoles y sábados ya no sabe uno qué poner para no repetir demasiado. De esa búsqueda de rutas poco utilizadas salió la idea de cerro Silleta o Silleta de Padul.

Desde Boabdil se entra en Otura, dirección Dílar, y a la entrada de Dílar hay una pista asfaltada que rodea el pueblo por el sur sin tener que atravesar sus enrevesadas calles.

Partimos de la ermita de nuestra Señora de las Nieves hacia el sur, siguiendo el PR-A 73, Sendero de la Silleta, entre unos buenos olivares, bien cultivados, que estaban siendo remoldados, en una mañana serena, fría, bien abrigaditos.

El carrilillo entre los olivares se convierte en senda cuando cesan los campos cultivados y comienza el monte. Teníamos ante nosotros una ladera empinada, respetable, que tomamos con alegría para paliar la frescura de la mañana. Pronto comenzaron a sobrar capas porque, aunque la senda era buena, la pendiente exigía esfuerzo y además de gotear por la nariz empezamos a gotear también por la frente.

La subida se hace por una cañada, entre un hermoso pinar, con matorral de aulaga, alhucema, tomillo, etc. en el sotobosque. Conforme ascendíamos se iban teniendo unas hermosas vistas al norte, pero la cuesta no terminaba fácilmente: cuando creías que llegabas arriba siempre había un repecho detrás que no se veía.

Finalmente coronamos el pinar dando vistas a una llanura, cultivada en parte, alrededor del cortijo del Manar. No esperábamos esa llanura en medio de la sierra. Cruzado el llano teníamos delante otra ladera, con sus pinos, y arriba el pico Silleta. Sube la senda empinada primero y más tendida después hacia el colladito que antecede al pico. Pronto se comienza a divisar el vértice geodésico del pico Silleta y recordamos a nuestro amigo Manolo, hoy en el dique seco por mor de un ojo.

Al pie del roquedal del pico nos reagrupamos y afrontamos la pequeña trepada para coronar el pico. Arriba venía viento frío. Por eso, después de disfrutar un poquito de las vistas, bajamos enseguida.

Volcamos al sur siguiendo la senda a Padul. En cuanto dejamos la cresta el viento amainó y entre el pinar descendimos al siguiente punto de interés. La Ventana. En un peñascal hay un gran arco pétreo a través del cual se da vista a toda la llanura de Dúrcal y a la blancura de Sierra Nevada. También a la laguna y turbera de Padul.

Hechas las oportunas fotos volvimos sobre nuestros pasos un trecho para tomar una senda que llanea por la ladera hacia el este. Todas las sendas en perfecto estado. Muy buenas.

El día había cambiado. El sol fue cubierto por las nubes, la calma sustituida por un viento frío, cortante, y desde el llano subía un gran nubarrón hacia Sierra Nevada tapando toda la blancura de la nieve. Era hora del Ángelus, pero nadie dijo de parar porque parecía que podía comenzar a llover en cualquier momento.

La senda desciende al collado de la Mala Mujer, donde entramos en un carril, también al este, también descendiendo. Paramos en un curioso hito de piedra grabada que señalaba la linde del Marquesado de Dílar y proseguimos hasta un cruce de caminos en un cruce que alberga un abandonado nogueral. Allí había que decidir: proseguir hacia la Ermita Vieja, al este, o acortar por otro carril al noroeste.

Dado el cariz que había tomado el día decidimos acortar porque no teníamos claro si con el frío nos convenía parar a comer. Según íbamos bajando el viento amainaba. Dejamos el carril por una senda señalizada hacia la ermita de las Nieves. La senda llegaba a un barranco, en una zona arenosa, llana, a resguardo del viento, y después de un corto conciliábulo lo elegimos como restaurante de hoy.

Sentados en hilera para aprovechar un resalte del suelo del barranco comenzaron a pasar las fiambreras: chacinas varias de chorizo, longaniza, cortezas de tocino, rico lomo y tocinito blanco. Lo justo para enjugar una cerveza fresquita. Vino después un remojón granadino, coliflor y cardo que pasamos con un rosado de Bancal. Terminamos con una jugosa tortilla y una jibia en salsa muy sabrosa, “hecha con mucho cariño” y una botella de garnacha riojana. Tés variados, galletas y unas ricas almendras garrapiñadas hechas por Usieto la noche anterior.

El ágape fue mucho más corto que otras veces porque el frío nos atería. Seguimos el camino barranco abajo hasta dar con una senda hacia la ermita por medio de hermoso pinar. La senda se convierte en carril al llegar a terreno cultivado y entre almendrales y olivares llegamos al coche.

Como era temprano nos acercamos a hacer una visita a la ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Muy bella la fachada presidiendo un edificio muy equilibrado y blanquísimo.

Una bonita ruta, con excelentes sendas, bien señalizadas, por bosque de pinar y con muy buenas vistas.

01. Tres caminantes observando la ladera
02. El olivar y la llanura va quedando atrás
03. Entre el matorral de la subida
04. Un llanillo en la subida

05. Repecho entre pinos
06. Cualquiera le dice algo a Paco

07. Peñascos, pinos y caminantes

08. Ultimas rampas de la primera cuesta

09. Alayos, Trevenque y la alta sierra

10. Por el llano del Manar
11. Comenzamos la cuesta después del llano del Manar

12. Pico Silleta y su vértice a la vista

13. Junto al collado de Sielleta

14. Vértice geodésico de Silleta

15. Descendiendo con tiento y viento
16. Dos Antonios en la Ventana
17. Grupito en la Ventana
18. La llanura de Dúrcal desde la Ventana
19. Lagunas y turberas de Padul
20. Sierra Nevada a través de la Ventana
21. Por la senda del sur
22. En el hito del Marquesado de Dílar
23. Ermita Nuestra Señora de las Nieves
24. El grupo en la ermita












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